Esta misión, llamada Global Sumud Flotilla, lleva «muchos más barcos» y «muchas más personas».
Con el lema «Cuando el mundo se queda en silencio, nosotros zarpamos», una flotilla con ayuda humanitaria y activistas como Greta Thunberg salió este domingo desde Barcelona para intentar «romper el asedio ilegal a Gaza», según sus organizadores.
Las embarcaciones buscarán «llegar a Gaza, entregar la ayuda humanitaria, anunciar la apertura de un corredor humanitario y luego traer más ayuda, y así también terminar de romper el bloqueo ilegal e inhumano de Israel».
Esta misión, llamada Global Sumud Flotilla, es diferente a las anteriores ya que son muchos más barcos, somos muchas más personas, y esta movilización es histórica».
A la embarcación se unirán «docenas» de naves adicionales que zarparán de Túnez y otros puertos mediterráneos el 4 de septiembre, mientras que la organización tiene previsto manifestaciones y «acciones simultáneas» en 44 países.
También participarán activistas de decenas de países, así como legisladores europeos o personalidades como la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau. La organización no ha especificado el número de barcos ni la hora de partida.

Protegidos por España
El gobierno de España «va a desplegar toda su protección diplomática y consular para proteger a nuestros ciudadanos» que viajen en la flotilla, señaló el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
La Global Sumud Flotilla («sumud» significa perseverancia en árabe) se define en su web como una organización «independiente» y «no afiliada a ningún gobierno ni partido político».
Esta nueva iniciativa llega tras un reciente intento fallido de llevar ayuda a Gaza.
El velero «Madleen», con 12 activistas franceses, alemanes, brasileños, turcos, suecos, españoles y neerlandeses a bordo, fue interceptado el 9 de junio por fuerzas israelíes unos 185 kilómetros al oeste de la costa de Gaza. Posteriormente fueron expulsados.
La ONU declaró la semana pasada un estado de hambruna en la Franja de Gaza, territorio devastado por la guerra, después de que sus expertos advirtieran que 500 mil personas se encuentran en una situación «catastrófica».