Desde la Cancillería china reiteraron que el viaje de la alta funcionaria estadounidense infringe la soberanía y la integridad territorial del país.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha condenado «severamente» la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, quien acaba de aterrizar en el aeropuerto de Taipéi.
En este sentido, reiteraron que el viaje de la alta funcionaria estadounidense infringe la soberanía y la integridad territorial del país, al tiempo que representa «una seria violación» del principio de una sola China y de los tres comunicados conjuntos entre Washington y Pekín.
El ministerio aludió al «firme compromiso» de más de mil 400 millones de ciudadanos chinos para «salvaguardar decididamente» la soberanía de su nación.
«No se puede desafiar la voluntad del pueblo y no se puede invertir la tendencia de los tiempos», señala el texto. En esta misma línea, acentuó que el país «definitivamente tomará todas las medidas necesarias» para garantizar su soberanía, mientras que «todas las consecuencias que se deriven de ello deberán ser asumidas por la parte estadounidense y las fuerzas separatistas» de Taiwán.
Asimismo, instaron a Washington a dejar de «jugar la carta de Taiwán» y de usarla como herramienta de contención, ya que la cuestión de la reincorporación de la isla es un asunto «puramente interno» para Pekín. «E Debe dejar de decir una cosa y hacer la contraria en la cuestión de Taiwán. Debe dejar de distorsionar, oscurecer y vaciar el principio de una sola China», reafirmaron desde la Cancillería, invitando a la Casa Blanca a construir las relaciones en base al respeto mutuo, la no confrontación, la coexistencia pacífica y la cooperación mutuamente ventajosa.
En cuanto a la cuestión del reconocimiento de Taiwán, la Cancillería mencionó la resolución 2758 aprobada en 1971 por la Asamblea General de la ONU, en la que se estipula «claramente» que la República Popular de China es «el único gobierno legal que representa a toda China». Desde su creación en 1949, 181 naciones han establecido relaciones diplomáticas con Pekín ateniéndose al principio de una sola China, lo que constituye un «consenso universal de la comunidad internacional«, enfatiza el comunicado.