El medio estadounidense señala que los grupos defensores y antiodio internacionales que tradicionalmente denuncian este tipo de manifestaciones, en su mayoría guardan la calma en el caso de Ucrania.
Desde el inicio del conflicto militar entre Rusia y Ucrania han aparecido fotos de militares ucranianos llevando símbolos nazis, fenómeno que puede socavar el apoyo internacional a Kiev, escribe The New York Times.
El medio estadounidense recuerda que imágenes de uniformados llevando parches con símbolos como el Totenkopf (calavera) o el Sonnenrad (rueda solar), populares entre los neonazis, aparecían reiteradamente en la Red, incluidas las cuentas de organismos gubernamentales de Ucrania e incluso de la OTAN, que se eliminaban tras llamar atención pública.
El medio asegura que Ucrania lleva años esforzándose en contener mediante legislación y reestructuración militar «un movimiento marginal de extrema derecha», pero reconoce que «algunos miembros de estos grupos» ahora forman parte de las Fuerzas Armadas e incluso algunos son considerados héroes nacionales por distinguirse en su lucha contra Rusia.
The New York Times menciona que los símbolos neonazis se encuentran con cierta regularidad en los uniformes de soldados desplegados en el frente y cita a algunos diciendo que simbolizan la «soberanía y el orgullo ucraniano» y no el nazismo.
«No decir nada permite que se extienda». El tema tiene una dimensión «particularmente delicada» frente a la «desnazificación» de Ucrania declarada por el presidente ruso, Vadímir Putin, como uno de los objetivos de la operación militar contra Ucrania, lanzada en febrero de 2022, indica el medio.
Señalando que lucir estos símbolos «refuerza la propaganda del señor Putin» a corto plazo, sin olvidarse de mencionar que el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, es judío para desmentir las acusaciones rusas, el medio subraya que en un contexto más amplio, la ambivalencia y a veces la aceptación por parte de Ucrania de estos símbolos «corre el riesgo de dar nueva vida a los iconos que Occidente lleva más de medio siglo intentando eliminar».
Michael Colborne, investigador del grupo Bellingcat, que estudia la extrema derecha internacional, comentó que está preocupado por que los líderes ucranianos «o no lo hacen o no están dispuestos a reconocer y entender cómo estos símbolos son vistos fuera de Ucrania».
«Creo que los ucranianos tienen que darse cuenta de que cada vez más estas imágenes socavan el apoyo al país», expresó.
Hasta ahora, esas imágenes no han afectado al apoyo internacional a Ucrania, pero han colocado en una «posición difícil» a diplomáticos, periodistas y grupos defensores occidentales, resalta el medio: «Llamar la atención sobre esa iconografía amenaza con hacerle el juego a la propaganda rusa. No decir nada permite que se extienda».
El diario señala que incluso grupos judíos y organizaciones contra el odio que tradicionalmente denuncian tales símbolos, en su mayoría guardan la calma respecto a este fenómeno en Ucrania.
El Ministerio de Defensa de Ucrania, que sostiene que el país sufrió mucho bajo la ocupación alemana nazi durante la Segunda Guerra Mundial y «condena categóricamente cualquier manifestación de nazismo», publicó en su cuenta de Twitter en abril pasado una foto de un soldado con un parche de calavera y huesos, el mismo símbolo que pertenecía a las unidades de las SS encargadas de administrar los campos de concentración y a una división de las Waffen-SS. El medio preguntó al Ministerio sobre el tuit y este fue eliminado unas horas más tarde.
«Al estudiar este caso, llegamos a la conclusión de que este logotipo puede interpretarse de forma ambigua», comentó el Ministerio.
El militar de aquella foto era miembro de la unidad voluntaria llamada «Da Vinci Wolves», formada inicialmente como parte de un ala paramilitar del Sector Derecho, una coalición de organizaciones y partidos de ultraderecha que se militarizó luego que Crimea se reincorporara a Rusia y estallara el conflicto en el este de Ucrania en 2014.
Al menos otras cinco fotos en las páginas de Da Vinci Wolves en redes sociales muestran a militares con parches de estilo nazi, recalca The New York Times.
El mes pasado, una agencia de emergencias ucraniana publicó en redes sociales la imagen de un rescatista luciendo el símbolo del Sonnenrad, también conocido como el ‘sol negro’ y que aparecía en el interior del castillo de Heinrich Himmler, general nazi y director de las SS.
En otra ocasión, en marzo de 2022, la OTAN tuiteó la foto de una soldada ucraniana llevando un parche semejante, que anteriormente había sido publicada por el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas ucranianas. Luego, las publicaciones fueron eliminadas.
Durante una reunión con reporteros de The New York Times cerca de la línea del frente en noviembre pasado, un funcionario de prensa ucraniano llevaba una variante del Totenkopf fabricada por la compañía R3ICH, que se pronuncia Reich. El funcionario dijo no creer que el parche estuviera asociado con los nazis. Otro funcionario afirmó que periodistas le habían pedido a militares que se quitaran este tipo de símbolos antes de posar para las fotos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, miembros de la Organización de Nacionalistas Ucranianos y su rama militar, el Ejército Insurgente Ucraniano, luchaban del lado nazi contra la URSS y también cometieron atrocidades contra la población judía y polaca del país.
Parte de los nacionalistas ingresaron en unidades voluntarios como la 14.ª división de Granaderos Waffen-SS, también conocida como División Galizien, formada mayormente por voluntarios ucranianos de la región de Galicia, un territorio que hoy abarca el suroeste de Polonia y el oeste de Ucrania. Esta división es conocida por haber cometido crímenes de guerra contra civiles polacos durante la Segunda Guerra Mundial y por reclutar a soldados eslavos para las filas del Tercer Reich.
En diciembre pasado, el Tribunal Supremo de Ucrania apoyó al Instituto Ucraniano de la Memoria Nacional, entidad financiada por el Gobierno, en su rechazo a considerar la insignia de la División Galizien como parte de los símbolos nazis, prohibidos por una ley de 2015 contra el propaganda del nazismo y el comunismo.
Hoy en día, el emblema de la división, que representa un león y tres coronas amarillos sobre un telón azul, forma parte de la simbología del orgullo nacional y resistencia de Ucrania.