Con dos ceremonias simbólicas y tradicionales de los pueblos originarios de México inició este lunes la duodécima época del Poder Judicial de la Federación. Ello, antes del acto protocolario de la toma de protesta que los nueve integrantes rendirán en el Senado de la República.

La primera ceremonia,  considerada “sagrada y secreta” por los equipos de los ministros electos el pasado 1 de junio fue la “purificación” de las instalaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), realizada por médicas tradicionales de varios estados de la República.

La segunda fue la “consagración” de bastones de mando y servicio, que representan el poder, la autoridad y la confianza que una comunidad deposita en sus líderes, simbolizando la responsabilidad de servir al pueblo y de impartir justicia.

Ello se llevó a cabo en la zona arqueológica de Cuicuilco que corresponde a uno de los asentamientos más antiguos de Mesoamérica, en la cual existe un edificio circular que fue “utilizado como centro ceremonial y simbolizaba el cosmos o la eternidad, aspectos esenciales en la cosmovisión de los pueblos prehispánicos”, refieren datos de la Alcaldía de Tlalpan.

La ceremonia de “purificación” comenzó desde el domingo en el edificio sede la SCJN. De manera discreta ingresaron las médicas tradicionales y sin presencia de funcionarios o público, llevaron a cabo el ritual que sana, renueva energías y limpia tanto los espacios físicos como espirituales.

Esta ceremonia se realizó en el inmueble cuya construcción inició en 1936 cuando el general Lázaro Cárdenas que formaba parte de las logias masónicas de México gobernaba el país—, colocó la primera piedra en los terrenos que en el año 1560 pertenecieron a Moctezuma II, y que le servían como tierras de sembradío y para efectuar el juego ritual de Los Voladores.

Los bastones de mando

Antes de la entrega de los bastones de mando, miembros de las comunidades indígenas de Oaxaca, entidad originaria de Hugo Aguilar Ortiz, llevaran a cabo una Calenda, fiesta con la cual se “manifiesta la alegría, renueva y fortalece vínculos familiares, comunitarios y personales”, señala la página de Viveoaxaca.org

Posteriormente, a las cuatro de la tarde afuera del edificio sede, inició la ceremonia tradicional de purificación y entrega de los bastones de mando. Representantes de diversas comunidades indígenas llevarán acabo una ceremonia en la que otorgaron a cada ministro electo uno de estos bastones con simbólicamente reafirmarán el liderazgo de las autoridades y la voluntad del pueblo a ser gobernado, basados en el respeto y el servicio.  

Luego vino el acto protocolario que convertió a los ministros de electos a servidores públicos en funciones. Y a las diez de la noche, arrancaron con su sesión de instalación. Así comenzó formalmente la duodécima época de la SCJN.

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