Moscú denuncia que Kiev encubre esquemas de contrabando de órganos de soldados ucranianos, civiles e incluso niños.
La Cancillería de Rusia acusó a Ucrania de haberse convertido en uno de los países líderes del mercado negro de órganos mediante esquemas de contrabando. La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, asegura que hay datos que evidencian la implicación del entorno del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, en este negocio ilícito.
«Hace tiempo que se sabe que Ucrania se ha convertido en uno de los líderes mundiales de la trasplantología negra. Los escándalos relacionados con la extracción ilegal de órganos de cuerpos de personas fallecidas comenzaron a aparecer a finales de 1990, producto del deterioro de la situación socioeconómica del país», comunica la vocera en un artículo publicado este lunes.
«El Estado ucraniano encubre este sangriento negocio y lo respalda. También hay datos que evidencian la complicidad del círculo de Vladímir Zelenski en ello», ha aseverado Zajárova.
La portavoz de la Cancillería rusa citó como una de las evidencias de estas actividades ilícitas de Kiev la detención el 24 de junio de un hombre en la frontera entre Ucrania y Eslovaquia. Según los datos de la Policía ucraniana, el individuo trató de comprar una niña de 11 meses a su madre para llevarla a la Unión Europea, donde quería venderla por 25 mil dólares.
El hombre resultó ser empleado de una organización benéfica que en realidad se dedicaba a traficar con niños ucranianos en el extranjero para el trasplante de órganos, entre otros fines. Zajárova ha resaltado que, después de que la Justicia ucraniana fijara una fianza de tan solo 27 mil dólares, el detenido fue puesto en libertad y desapareció.
Los reportes sobre este negocio ilícito en Ucrania no son nuevos, pero aumentaron después del golpe de Estado de 2014 y después del inicio de la agresión ucraniana contra el Donbass.
A finales de enero de 2015, los eurodiputados Katerina Konecna y Jiri Mastalka formularon una pregunta a la Comisión Europea acerca de los reportes de que las autoridades ucranianas están implicadas en actividades de contrabando de órganos, recolectando no solo órganos de soldados fallecidos o heridos, sino también de civiles:
«Actualmente hay información muy preocupante de que, con el conocimiento de muchos, o de casi todas las autoridades ucranianas, se han enviado equipos de especialistas al frente oriental y detrás del frente para extraer órganos humanos para trasplantes. Estos informes ¿son ciertos o no?»
Al respecto, lo único que dijo la entonces vicepresidenta de la CE, Federica Mogherini, es que no tenía datos fiables al respecto. «La Comisión no tiene conocimiento de ningún informe fiable sobre presuntos casos de recolección y comercio de órganos humanos en Ucrania», contestó en mayo de 2015.
Las denuncias de tráfico de órganos surgieron en varias naciones desestabilizadas tras las intervenciones de países occidentales y de la OTAN. Este problemática ha sido analizada en el reciente programa de RT Documentales ‘Tanques por riñones: un negocio redondo en Ucrania’.
La especialista en geopolítica Ermelinde Malcotte destaca que en Ucrania incluso hay leyes que permiten en cierta medida el tráfico de órganos. Esto supone un gran peligro para los soldados ucranianos, que en ocasiones ni siquiera pueden dar su consentimiento para la recolección.
«Ucrania se ha convertido en uno de los países donde hay un tráfico de órganos más importante. Este tráfico empezó al principio de la guerra, o sea que en 2014 ya había tráfico de órganos. Lo que ha cambiado en estos últimos momentos es que hay leyes que han legalizado el tráfico de órganos en el sentido de que se pueden recolectar órganos de una persona que ha muerto sin el consentimiento de esta persona o de su familia, incluso de niños», denuncia la experta.
«Esa es una ley de 2021, y una ley de 2022 exonera de IVA la venta de órganos. Imagínese la situación que ha generado la posibilidad de generar mucho dinero con este tráfico», ha subrayado.
«Y una tercera cosa que se ha hecho en Ucrania es que la persona que hace el trasplante de órganos, normalmente, por razones éticas muy evidentes, esta persona no puede declarar la muerte del paciente del cual se van a extraer los órganos. Pues por ley, en Ucrania, hoy en día esta persona puede ser la misma, o sea que estamos en una situación muy peligrosa para los soldados ucranianos, porque cuando están gravemente heridos en un hospital ucraniano pueden ser considerados, de manera muy cínica y realmente inhumana, como proveedores de órganos para la venta», concluye Malcotte.