El caos en la Cámara de Representantes estadounidense, desatado tras la destitución de Kevin McCarthy como presidente del recinto, y la parálisis legislativa provocada por la falta de un reemplazo tendrán «consecuencias devastadoras» para Ucrania, afirma «The Guardian».
«A medida que la filosofía de Estados Unidos primero de Donald Trump ha ido ganando popularidad entre los republicanos, el sentimiento anti-Ucrania se ha extendido por la base del partido y ahora hasta a los pasillos del Congreso», explica el diario en un artículo que señala que Kiev no podrá continuar peleando si no recibe más ayuda del país norteamericano.
Al respecto, el medio británico señala que la mayoría de la conferencia republicana de la Cámara de Representantes parece escéptica, si no abiertamente hostil, a la idea de más financiamiento a Ucrania, que cuenta con cada vez menos apoyo internacional tras el fracaso de la contraofensiva y una serie de escándalos de corrupción de su establishment político y militar.
Esta oposición a seguir enviando ayuda económica al Gobierno de Volodímir Zelenski complica aún más «la ya difícil tarea de los republicanos de la Cámara de elegir un nuevo presidente», apunta The Guardian, ya que cualquier candidato a liderar la bancada opositora, que controla el recinto, debe negociar con legisladores que se oponen rotundamente a una mayor financiación para Kiev.
Estos representantes, cercanos a Trump, actual líder del Partido Republicano y favorito para ser su candidato para las elecciones presidenciales del año próximo, han hecho de bloquear cualquiera futuro envío de fondos a Ucrania una prioridad máxima en la búsqueda de un nuevo presidente, reclamando que la agenda legislativa gire en torno a cuestiones internas y no a la expansión militar.
«Esa tensión plantea serias dudas sobre si el Congreso podrá aprobar otro paquete de ayuda, especialmente ahora que gran parte de la atención se ha centrado en la guerra entre Israel y Hamás. Si los legisladores no pueden aprobar más fondos, los partidarios de Ucrania advierten que las consecuencias podrían ser mortales», afirma el diario.
Según una encuesta de CBS News/YouGov realizada el mes pasado y citada por el diario, nada más el 39% de los republicanos cree ahora que Estados Unidos debería enviar armas a su aliado de Europa oriental, lo que significa una caída de 10 puntos en el apoyo concentrado desde febrero.
A comienzos de agosto, una encuesta de CNN/SSRS arrojó que un 55% de los votantes, tanto demócratas como republicanos, estimó que el Congreso de su país no debería autorizar fondos adicionales.
Atento a esta pérdida de apoyo en la escalada bélica de Kiev, el presidente Joe Biden, que intenta levantar sus anémicos números de aprobación de cara a las elecciones presidenciales del 2024, en las que se volverá a presentar, ha empezado a poner su atención en temas como la inmigración ilegal y el contrabando de fentanilo, de mayor impacto electoral que la guerra proxy contra Moscú que su Administración ha estado financiando en territorio ucraniano. Sputnik.