Los empleados del ayuntamiento y de las distintas dependencias del gobierno estatal fueron con sus familias a la marcha para rechazar las reformas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Chihuahua. Desde días atrás, la queja de siempre de los empleados del ayuntamiento y el gobierno estatal, así como de congreso en los equipos del PRIAN, para llevar a sus familiares y amigos el domingo a la marcha, que a nivel nacional se convocó, supuestamente para «defender la democracia», ante lo que la oposición considera un ataque a la misma, por parte del presidente y las reformas enviadas el Congreso de la Unión.
Sin embargo, en esta nueva manifestación del PRIAN disfrazado de rosa, surgieron esas viejas consignas que confunden a los ciudadanos, temas con el rechazo al comunismo, a la familia, e incluso en discursos dirigidos a los jóvenes que parecieran dirigirse contra las autoridades estatales, en un arrebato de ganar simpatías en el sector más joven que votará en las próximas elecciones.
Llamó la atención la presencia de dos ex gobernadores priístas, José Reyes Baeza y Fernando Baeza, quien llegara a la gubernatura con un fraude electoral en 1986, aquel «verano caliente» que el panismo siempre ponía en la mesa en su lucha por la democracia, pero ahora con la unión del PRIAN, han optado por olvidar aquel momento histórico, ahora marchan juntos contra AMLO y morena.
Pero no eran los únicos políticos del PRIAN, ahí andaba también el dirigente estatal del PRI, Alez Dominguez, quien por el distrito Octavo en las siguientes elecciones, y competirá contra un viejo militante del PRI, Marco Quezada, ahora por morena.
Y andaban algunos funcionarios del gabinete de Eugenia Campos, y pues todos los trabajadores de las dependencias estatales, a los que se sumaron personal también de otros poderes. Sí eran más de 4 mil personas, una marcha que partió de la glorieta de «Pancho Villa», y llegó hasta la plaza del Ángel, la cual lograron llenar, aunque había algunos espacios vacíos y el templete casi llegaba a la mitad de la explanada, aún así se vio nutrida, mucho más legítima que la vez pasada cuando luchaban ellos mismos por arrebatar a los estudiantes de Chihuahua los libros de texto gratuitos, pues eran los mismos que ahora.
Y no faltaron aquellas expresiones típicas del prianismo que denota su clasismo reaccionario, frases como «aquí no habemos gente que duró 13 años en terminar la escuela», «viva la coparmex», «viva la fe y viva la razón», «fuera comunismo», y a los jóvenes que hablaron en el micrófono los presentaron como «el sagrado masculino y el sagrado femenino», cosas de conservadores.
El discurso más duro fue del expresidente de coparmex nacional, quien utilizó la «vieja confiable», hablar del autoritarismo, de la «destrucción de las instituciones», de la libertad de expresión, y temas que la derecha abandera desde el inicio del gobierno de AMLO.
Cabe destacar que tanto policías municipales como estatales, hicieron lo posible por dar comodidad a la marcha, cerraron calles incluso innecesarias, a varias cuadras a la redonda.