Ambos países rompieron relaciones diplomáticas.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, condenó este lunes al Gobierno de Ecuador por haber ordenado la ilegal y violenta invasión de la embajada mexicana en Quito con el fin de sacar al exvicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba asilado.
«Fue una violación fragrante a nuestra soberanía, al derecho de asilo y a las normas y leyes internacionales», acusó el mandatario durante una conferencia de prensa en la que analizó una de las peores crisis diplomáticas que ha enfrentado durante su mandato y que ya derivó en el rompimiento de la relación bilateral.
«Fue un acto autoritario, increíble, es malo a veces usar ejemplos pero ni (el fallecido dictador Augusto) Pinochet, el temible Pinochet, y otros se habían atrevido a eso», agregó.
López Obrador consideró que, quienes tomaron la decisión de invadir con policías y militares la embajada de México en Ecuador, están muy mal aconsejados.
«No quieren a Ecuador y sin duda no quieren a su pueblo, que es un pueblo, como aquí se ha expresado, bueno, noble, un pueblo hermano, pero quienes tomaron esa decisión o no saben o tienen malos instintos», señaló.
También ratificó que México presentará una denuncia ante la Corte Penal Internacional y Naciones Unidas y agradeció la solidaridad que la comunidad internacional mostró contra este atropello.
«Quiero agradecer mucho a los presidentes, jefes de Estado, diplomáticos de las cancillerías de todos los países. Muchas gracias de todo corazón. Unos con más empuje y énfasis; otros con apego estricto a lo que establece la legalidad; y otros a su manera, pero la mayoría apoyando a México», dijo.
En particular se refirió a las comunicaciones que mantuvo con el presidente de Bolivia, Luis Arce, y el expresidente Evo Morales, además de que destacó la decisión de Nicaragua de romper relaciones con Ecuador.
El presidente felicitó el trabajo que realizó el personal de la embajada de México, que ya está de regreso en el país, y calificó a la embajadora Raquel Serur como «una mujer extraordinaria».
Por otra parte, advirtió que hay que separar lo que hacen los gobiernos del comportamiento y respeto que merecen los pueblos.
«Este es un asunto de otro tipo, tiene que ver con la actitud prepotente de un Gobierno por una confrontación interna, eso los lleva a tomar una medida de este tipo sin dimensionar la repercusión que tiene para su pueblo», consideró.