Estudiantes de la Universidad de Columbia no se repliegan en su apoyo a Palestina y ocuparon un edificio simbólico en el campus, pese a amenazas de suspenderlos.
El lunes de la noche, un grupo de estudiantes propalestinos en la Universidad de Columbia se trasladó desde el campamento en el césped oeste hasta el edificio Hamilton, una de las principales instalaciones académicas para estudiantes de pregrado.
Decenas de activistas se atrincheraron dentro del edificio, mientras que otros 200 bloquearon la entrada del Hamilton Hall para impedir el eventual acceso de las autoridades universitarias o efectivos de la policía al interior del recinto.
La toma del edificio Hamilton es un acto simbólico y recuerda una acción similar llevada a cabo en 1968 por los estudiantes que protestaban contra los vínculos de la escuela con la guerra en Vietnam. El edificio fue ocupado nuevamente en la década de 1980 por activistas universitarios durante el Movimiento de Desinversión del Apartheid de Sudáfrica.
El incidente se produjo horas después de que los directivos del centro amenazaran con imponer medidas disciplinarias, incluida la suspensión, contra los estudiantes que se negaran a levantar las carpas instaladas en el campus. Sin embargo, la ocupación del Hamilton Hall puso de relieve que los estudiantes no flaquean en su propósito.
En un acto de protesta sin precedentes, decenas de profesores de la Universidad de Columbia también se unieron a la movilización estudiantil en apoyo a Palestina, al formar una cadena humana para impedir el arresto de los universitarios y el desmantelamiento de las tiendas de campaña instaladas en el campus.
A pesar de la orden de dispersarse emitida por las autoridades del centro a las 2 de la tarde, tanto profesores como estudiantes desafiaron activamente esta directiva. Más de 200 estudiantes se mantuvieron firmes en el campamento, rechazando categóricamente cumplir con las demandas de la institución.
La Universidad de Columbia fue epicentro de las protestas masivas surgidas en Estados Unidos contra el genocidio israelí en Gaza. Las tiendas de campaña en solidaridad con la Franja de Gaza se han instalado ya en los campus de más de 70 universidades en todo el país, y casi un millar de jóvenes han sido aprehendidos por la policía antidisturbios.
Los estudiantes exigen que las universidades dejen de invertir en empresas con intereses en Israel, al menos mientras la guerra genocida continúe en la Franja de Gaza.