No acude Javier Corral a audiencia inicial en la Secretaría de la Función Pública
Chihuahua. En otro episodio desagradable de nuestra novela favorita en Chihuahua, «guerra entre duartistas y corralistas», aconteció este martes, la voluntaria ausencia del ex gobernador panista Javier Corral, quien mandó a su abogado particular a la Secretaría de la Función Pública, para atender la audiencia ante una denuncia de posible defraudación fiscal y enriquecimiento ilícito.
Claro está, que este proceso en su contra surge de las entrañas del gobierno de Eugenia Campos Galván, y que más allá de buscar supuesta justicia por los delitos del ex gobernador, con quien compartió años de militancia en el PAN, ahora se avizora la intención de evitar que Javier Corral llegue al Senado de la República, ahora por morena el chapulinazo.
El ex gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, no acudió a la audiencia programada en la Dirección General Jurídica y de Responsabilidades de la Secretaría de la Función Pública, en seguimiento a la denuncia por posible defraudación fiscal durante su mandato.
Corral envió a su abogado para presentar alegatos y pruebas referentes a las conductas que se le imputan. A partir de este momento cuentan con 3 días hábiles para integrar el expediente y enviarlo al Tribunal Estatal de Justicia Administrativa (TEJA). El representante legal de Javier Corral Jurado, abandonó las oficinas de la Función Pública sin emitir comentario alguno.
Algunos dirán que es una «cucharada de su propio chocolate», ya que Corral durante su gris administración, además de lanzar un día sí y otro también ataques contra AMLO y la 4T, también se enfrascó en una guerra fratricida contra su antecesor el ex gobernador priísta César Duarte, ahora en libertad por las calles de Chihuahua gracias a la actual gobernadora, y claro también, a la incapacidad de Corral durante su gobierno para realizar con seriedad las carpetas de investigación contra Duarte, Corral utilizó el tema como bandera política, de sus acciones y obras en el gobierno, sólo sus amigos activistas convertidos en burócratas hablan de su existencia.
Corral se empecinó en perseguir a Duarte y el «duartismo» durante su gobierno, metió a la cárcel a una treintena de políticos ligados al gobierno duartista, y luego, con el apoyo de AMLO como presidente, César Duarte fue detenido en Estados Unidos y luego extraditado a México. Claro está que Corral extasiado aseguraba ante los chihuahuenses que todo fue gracia a su trabajo anti duartismo y anticorrupción.
Y así Corral terminó su desgobierno, intentando por todos los medios evitar que Eugenia Campos fuera la próxima gobernadora, cosa que como todos sabemos, no logró, y su fracaso le costaría caro, pues en una historia interminable y repetitiva, Eugenia Campos repitió la costumbre de la venganza, y ahora persigue a Javier Corral, sobre todo, ahora que en morena le regalaron una senaduría vía plurinominal, algo que caló hondo en el morenismo de base, pero también en el duartismo, que ven con temor el que Corral desde el Senado o el gobierno federal, emprenda la contraofensiva.
Cabe destacar que Javier Corral, pretendía ser el titular de la Secretaría de la Función Pública en el gobierno de Claudia Sheinbaum, cosa que se le cebó, y ahora enciende veladoras y voltea santos para que Claudia lo ponga como titular del Sistema Nacional Anticorrupción, o alguna estructura «anticorrupción», para volver por venganza.
A Eugenia Campos y el prianismo que cogobierna con ella, esto los tiene muy molestos e incómodos, por eso es que apareció esta denuncia y este nuevo proceso contra Javier Corral, a semanas de que inicie la nueva legislatura y sea un senador de morena.
Javier Corral dice que este proceso en su contra es «un invento», «una venganza sin sustento jurídico», «un circo mediático del maruduartismo», casi las mismas cosas que decía Duarte y sus achichincles cuando Corral los perseguía, lo interesante está en que esta denuncia en la función pública de Chihuahua, tiene algo de sustento, Corral compró un terreno que no registró en su declaración fiscal.
Así es que esta historia de venganzas entre corralistas y duartistas continuará para mala suerte de los chihuahuenses, por ahora el expediente de Corral va al Tribunal Estatal de Justicia Administrativa (TEJA), quien se encargará de emitir un resolutivo ya que se trata de una conducta que se tipifica como grave.
Por otra parte, la actitud de Corral, que intenta justificar en sus redes sociales mediante videos y publicaciones en busca del apoyo moral de sus amigos y de la victimización ante Claudia Sheinbaum, genera en la mayoría de la prensa chihuahuense una respuesta contundente de burlas, improperios y ataques en su contra, la mayoría de los medios apapachados por el duartismo y despreciados por el corralismo en sus gobiernos, se mofan de la cobardía de Corral, cuestionan la calidad moral del ex panista y su perfil de supuesto defensor de la transparencia y la lucha anticorrupción, varios funcionarios de su gobierno son acusados de corrupción, incluso hay detendidos y otros prófugos.
Así es Corral, representa la hipocresía de la derecha, porque aunque Corral ya no sea un afiliado del PAN y obtenga un cargo bajo la cobija de Morena, no le quita su talante conservador, hipócrita, fascistoide y represor, la izquierda no olvida sus grotescos actos contra la lucha social, contra la educación pública, contra el libre tránsito y contra la 4T; de su guerra contra el duartismo, es punto y aparte. EL AHUIZOTE.