Las condiciones de seguridad han comenzado a descomponerse en el estado, mientras la gobernadora intenta posicionarse politicamente a nivel nacional.
Chihuahua. Durante los últimos días Chihuahua ha revivido los días del calderonato, pues parece haberse desatado una guerra abierta entre los grupos del crimen organizado en la entidad, lo que ha dejado una ola de sangre y violencia que ha generado también una ola de reacciones políticas inmorales, donde políticos panistas acusan al presidente y la estrategia de seguridad federal, como si en Chihuahua no existieran las autoridades.
No es de extrañar el cinismo y la vileza con que los políticos como diputados del PRIAN intentan colgar toda la culpa al presidente, lo que es riesgoso y vergonzoso, es como desde la maquinaria mediática parece que existe una instrucción coordinada (nado sincronizado), para subir el volumen a estas voces y desde su linea editorial, lavarle la carita a la gobernadora.
Parece que las cosas en Chihuahua han comenzado a descomponerse, tan solo durante las últimas dos semanas se han registrados masacres, enfrentamientos, desaparición y levantones, cuerpos mutilados y torturados.
Los medios de la maquinaria oficialista en Chihuahua tienen la instrucción de dirigir toda la sangre al gobierno de México, mientras la gobernadora planea nuevos viajes fuera del estado y promocionarse políticamente para el 2024, mientras Chihuahua arde.
Es enfermizo leer las primeras planas de los medios impresos y la linea de la mayoría de los medios digitales, no se diga la radio y televisión, que aún funcionan como si viviéramos en el siglo pasado y su voz fuera la única que direcciona la opinión pública.
Afortunadamente, aún y contra la linea editorial de la gobernadora, las redes sociales son una voz abierta de los chihuahuenses, y las noticias que dan voz a el prianismo duartista, son dilapidados por los comentarios de los ciudadanos, que entienden la postura política del gobierno estatal, pues la responsabilidad de la seguridad no es cosa solo de la federación, sino en primera instancia de las autoridades locales, y que juntos comparten ese mandato.