El gobierno ruso acusó a la OTAN de abrir una nueva fase de tensión al alentar los ataques ucranianos contra objetivos en territorio ruso con armamento occidental, postura en la que no hay unanimidad en el bloque aliado.
Rusia acusó a los países de la OTAN, que evalúan autorizar a Ucrania a usar las armas occidentales para golpear territorio ruso, de «incitar» a la exrepública soviética a prolongar el conflicto.
«En los últimos días y semanas los miembros de la OTAN, especialmente Estados Unidos y otros países europeos, han entrado en una nueva fase de escalada de las tensiones. Y lo hacen de manera consciente», afirmó en su rueda de prensa diaria Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
«Incitan a Ucrania por todos los medios posibles para prolongar esta guerra sin sentido», añadió a los periodistas.
Las declaraciones de Peskov coinciden con una reunión informal de cancilleres de la OTAN en Praga, ante los llamados del gobierno ucraniano para que sus aliados le permitan utilizar las armas occidentales para llevar a cabo ataques en Rusia.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se mostró favorable, pero otros países, como Estados Unidos, Alemania o Italia, se niegan a que Ucrania lleve a cabo ataques fuera de sus fronteras con sus armas, por temor a verse arrastrados a un conflicto directo con Moscú.
Francia, República Checa y Noruega están también a favor de que se autorice a Ucrania a usar el armamento de largo alcance que le han suministrado sus aliados para apuntar contra objetivos dentro de Rusia.
Rusia reivindicó el lunes la toma de dos nuevas localidades en las regiones de Donetsk y Járkov, en el este de Ucrania, un nuevo avance de las tropas rusas en esta zona frente a un ejército ucraniano en dificultades.