El expresidente hizo oficial sus intenciones de presentarse a la jefatura del Estado de su país por tercera vez consecutiva, después de haber perdido los comicios de 2020 frente a Joe Biden. El anuncio se da después de la decepción electoral que ha sufrido el Partido Republicano en las elecciones de medio término y con la posibilidad de que esta formación tenga otros nombres que opten a la presidencia, como el exvicepresidente Mike Pence o el gobernador de Florida Ron DeSantis.
«El regreso de Estados Unidos comienza ahora mismo». Con estas palabras inauguró el expresidente Donald Trump la intervención en la que anunció su precandidatura a la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de 2024. El magnate republicano hizo oficial sus intenciones después de semanas de especulaciones sobre su posible intento de volver a la presidencia luego de caer derrotado en 2020 contra el demócrata Joe Biden al intentar buscar su reelección.
El exmandatario dio un discurso para anunciarlo en su mansión de Mar-a-Lago frente a decenas de periodistas y varios de sus seguidores haciendo un repaso general a la política internacional y nacional que llevó a cabo durante su gobierno y criticando la gestión de su rival en la contienda electoral de 2020 en cuestiones como la guerra en Ucrania, la economía o la relación con China al asegurar que «los dos últimos años de gobierno de Biden han sido un momento de dolor y desesperación para Estados Unidos».
Trump hizo varias referencias al «declive» que está sufriendo Estados Unidos desde la llegada del Partido Demócrata al poder, a quien considera de «izquierda radical». El líder republicano prometió «volver a hacer grande de nuevo a Estados Unidos».
Minutos antes de pronunciar su discurso, Donald Trump, cumplimentó todo el papeleo necesario para poder lanzarse a la carrera presidencial.
El anuncio de Trump se da en un contexto convulso para el Partido Republicano luego de los malos resultados en las elecciones de medio término de la pasada semana. El expresidente prometió durante la campaña una “ola roja” en la que su partido se haría con el Senado y la Cámara de Representantes, algo que no ha sucedido a pesar de la situación económica que vive Estados Unidos por la inflación.
Los demócratas consiguieron mantener su mayoría en el Senado, ganaron gobernaciones importantes y, a falta de conocer los últimos conteos, perderán la mayoría en la Cámara de Representantes por la mínima, una diferencia fácilmente salvable para el gobierno de Joe Biden a la hora de legislar y sacar adelante leyes. La intención principal del ‘trumpismo’ era bloquear los dos años que todavía tiene por delante Biden para desgastarlo políticamente de cara a los comicios de 2024.
Además de esta cuestión, la situación que vive Donald Trump dentro del partido es diferente a la de hace unos años. Aunque el expresidente cuenta con un nutrido grupo de seguidores incondicionales, los MAGA (Make America Great Again, las siglas del eslogan de Trump en las elecciones de 2016), los malos resultados en las elecciones de medio término y las constantes polémicas del anterior mandatario han hecho que se postulen voces alternativas a liderar al Partido Republicano en 2024.