El primer ministro israelí estaría buscando el permiso previo de Washington para detener actividades sospechosas de Irán en sitios nucleares o que involucren uranio.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, buscará obtener «luz verde» para responder inmediatamente ante cualquier intento de Irán relacionado con la reconstrucción de su programa nuclear, durante su reunión con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se llevará a cabo este lunes, según afirmó un funcionario israelí a The Jerusalem Post.
«El objetivo es obtener un mandato similar a la situación en el Líbano, lo que significa que si se detecta actividad sospechosa en instalaciones nucleares, o si hay evidencia de que se está extrayendo uranio de las zonas atacadas por aviones de guerra estadounidenses e israelíes, ya habría aprobación previa de Estados Unidos para actuar al respecto», declaró el funcionario.
«Debemos permanecer vigilantes ante los intentos de Irán de renovar su búsqueda de armas nucleares destinadas a nuestra destrucción», dijo el primer ministro israelí antes de emprender su viaje a territorio estadounidense el domingo.
Netanyahu comentó que su encuentro con Trump es «muy importante», ya que hablarán «sobre el fortalecimiento de la histórica alianza entre Israel y Estados Unidos, sobre los logros frente a Irán, Hezbolá y Hamás», y sobre las «grandes oportunidades» que tienen «para ampliar el circulo de la paz».
Por su parte, las autoridades iraníes han dejado claro en repetidas ocasiones que no tienen ninguna intención de hacerse con una bomba nuclear. De acuerdo con declaraciones del presidente de la República Islámica, Masoud Pezeshkian, en una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson, Netanyahu «ha creado desde 1984 esta falsa idea de que Irán busca una bomba nuclear» y «ha insinuado que Irán ha estado tratando de desarrollar una bomba nuclear en el pasado, y lo ha puesto en la mente de todos los presidentes estadounidenses desde entonces».
En este sentido, Pezeshkian resaltó que el desarrollo de armas atómicas «está prohibido religiosamente» para la nación persa, y la naturaleza pacífica del programa nuclear iraní «siempre ha sido corroborado» por la cooperación de Teherán con el OIEA.