Descabezados en hieleras, fosas en la capital, secuestros y asesinatos a la orden del día

Chihuahua. Durante el último mes en Chihuahua, los hechos de violencia se han disparado, y fue el asesinato de jesuitas en Urique lo que atrajo los reflectores a la entidad, durante la última semana acontecimientos macabros han marcado a la capital del estado.

Mientras el gobierno de Eugenia Campos se enfoca en la región serrana en la persecución del Chueco, junto con las autoridades federales, el estado sucumbe a los actos de guerra entre los grupos del crimen organizado.

Asesinatos a plena luz del día en colonias populares, cuerpos desmembrados, cabezas en hieleras y maletas, mensajes y amenazas a grupos rivales y autoridades de seguridad estatales, pareciera dicen, volvimos al tiempo del calderonato.

Aunque la magnitud de los hechos no son equiparables a la administración de Felipe Calderón, lo que sí es similar es la guerra abierta que libran principalmente los distintos grupos del cartel de Sinaloa y lo que queda del cartel de Juárez.

Esto he generado macabros hechos, masacres, levantones, encobijados, mientras el prianismo bajo control de Eugenia Campos, y la prensa a paga intentan desviar a toda costa la opinión pública al gobierno federal, con el estribillo de «abrazos no balazos», como si estuvieran exigiendo solo balazos.

Distintos sacerdotes jesuitas dan entrevistas a medios de comunicación locales y nacionales, parece que ahí también hay división, algunos enfocan sus críticas contra el gobierno federal, mientras otros abiertamente señalan el contubernio que ha existido entre las autoridades locales y los grupos criminales en la sierra Tarahumara.

Siguen apareciendo cuerpos en brechas y lotes baldíos en las ciudades; las circunstancias de seguridad se han desbocado en Chihuahua, algo al interior de la administración de Eugenia Campos se ha quebrado.

Mientras tanto, el PRIAN hace lo suyo y blinda, o intenta blindar la imagen de la gobernadora, como sucedió el pasado lunes en el Congreso del Estado, cuando rechazaron tajantemente que el Fiscal, el secretario de seguridad y el secretario de gobierno, acudieran a comparecer respecto a lo que está pasando en el estado, y la estrategia que están llevando a cabo para contrarrestar esta río de sangre.

Los argumentos de los panistas no sorprendieron, dijeron no comprender el motivo por el cual se pedía que los funcionarios de seguridad diera explicaciones, y pidieron que también se le exigiera lo mismo al gobierno federal, aunque el congreso local no tiene facultad, también en una doble moral recalcitrante, pidieron no usar de bandera política el tema de la violencia, por ser un tema sensible, en una total desmemoria que es principalmente el PAN, quien lucra con temas como los medicamentos, la muerte o el covid o los niños con cáncer.

Finalmente desecharon la iniciativa que presentó Morena, mientras los cuerpos siguen acumulándose, los grupos criminales enfrentándose y la gobernadora intentanto tapar el sol con un dedo, si logran capturar al Chueco, aunque los muertos se siguen acumulando en solo cifras.

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