La madrugada de este jueves dejó otro capítulo sangriento en Gaza.Un bombardeo israelí redujo a escombros un bloque residencial completo y sepultó a 20 civiles bajo el concreto.
Más de 40 palestinos cayeron mártires en apenas doce horas de ataques israelíes coordinados contra distintos puntos de la Franja de Gaza.
Entre las víctimas reportaron mujeres, niños y ancianos, quienes buscaban refugio en sus hogares o campamentos de desplazados.
Según informes, el barrio de Al-Shujaiya, al este de la ciudad de Gaza, fue escenario de la peor masacre. El bombardeo redujo a escombros un bloque residencial completo y sepultó a 20 civiles bajo el concreto.
Mientras los equipos de rrescate intentaban sacar cuerpos, nuevos ataques aéreos impactaron en Khan Yunis, donde una mujer murió al derrumbarse su vivienda en Qezan Al-Najar y otro civil pereció en Abasan Al-Kabira.
En la zona de Al-Mawasi, considerada como «segura» por el ejército israelí, un campamento de desplazados fue alcanzado por proyectiles.
Testigos relataron a Al-Mayadeen cómo las familias corrían entre las llamas en busca de sus seres queridos.
Las cifras oficiales del Ministerio de Salud de Gaza pintan un panorama desolador. Desde el 7 de octubre, más de 50 mil 423 palestinos fueron asesinados y 114 mil 638 resultaron lesionados.
Estos números equivalen a borrar del mapa al 2,3 por ciento de la población gazatí, un porcentaje superior a cualquier conflicto moderno en su letalidad.
Al margen de las investigaciones de la Corte Penal Internacional sobre crímenes de guerra, Estados Unidos acaba de aprobar un nuevo paquete de armamento para «Israel», acción denunciada por organizaciones humanitarias, las cuales exigen un alto al fuego inmediato
El ataque de esta madrugada confirma el patrón de violencia israelí: ataques simultáneos contra viviendas civiles, campamentos de desplazados y zonas previamente declaradas como seguras.
De acuerdo con los expertos, cada nueva masacre profundiza la crisis humanitaria y aleja la posibilidad de una solución pacífica, mientras Gaza escribe su historia con sangre y escombros.