El secretario no solo dio su respaldo moral al panista Cruz Pérez Cuéllar, también dejó lleno de lodo la ya maltratada imagen del delegado de Bienestar Juan Carlos Loera.
Chihuahua. La lucha por la candidatura de Morena a la presidencia de la república se está volviendo descarnada y sin reglas entre los aspirantes que buscan ser el sucesor o sucesora de Andrés Manuel López Obrador, el recién llegado a la Secretaría de Gobernación Adán Augusto López ha comenzado a lanzar zoquete a quien considera no le ayudará en sus planes.
La visita exprés de (doble A) AA, a Chihuahua dejó la víbora chillando al interior de Morena, a dos días antes de que se realicen las votaciones para el consejo estatal de Morena, y que ha generado una guerra de guerrillas y todo lo que sea necesario para llegar a ser de los 90 consejeros que elegirán al presidente del comité estatal y otras secretarías, así como la presidencia del consejo.
AA se le fue a la yugular al Delegado Juan Carlos Loera, actual delegado de Bienestar en el estado y ex candidato de Morena a la gubernatura, quién fue derrotado por el duartismo con la candidatura de Eugenia Campos con el PAN.
En un mensaje lanzado y que posiblemente sí lo tenía pensado, AA manifestó su total respaldo al proyecto del panista Cruz Pérez Cuéllar, actual presidente de Ciudad Juárez bajo la bandera de Morena, y a quién el duartismo veía con buenos ojos en caso de que hubiera sido él, el candidato y no Juan Carlos Loera.
El secretario de gobernación dijo sin pelos en la lengua, que la encuesta que se realizó para elegir al candidato a la gubernatura, fue ganada por Pérez Cuéllar, y que se «la robaron a la mala»; un madrazo en seco para Loera y Ariadna Montiel, la secretaria de Bienestar nacional que movió cielo, mar y tierra, para convencer al presidente nacional de Morena Mario Delgado para sí o sí, poner a Loera como ganador.
En su momento, los resultados de la encuesta sacaron sangre en el morenismo de Chihuahua, siendo dos grupos principalmente los del poder, el Delegado Loera y el Senador Pérez Cuéllar, este último, sintiéndose la última coca cola del desierto, pateó, gritó, se revolcó y posiblemente hasta vomitó del coraje, al grado que se levantó de la mesa donde estaban los aspirantes a la candidatura y lanzó una amenaza contra el partido, demostrando que, nunca ha tenido simpatía por Morena.
Pérez Cuéllar, pateó el pesebre, al mismo estilo que lo hace su amigo el Senador Ricardo Monreal, durante esos días impugnó el resultado, buscó contactos en los órganos electorales e incluso preparaba sus maletas para irse a otro partido para ser el candidato, también lo seguiría su grupo de respaldo, priístas, panistas y de otros partidos desechados que vieron en el proyecto de Pérez Cuéllar la oportunidad de volver al poder, también algunos pocos morenos que le han sido fieles, ya tenían un pie fuera de Morena.
Mientras tanto, el loerismo festejó la victoria, rechinaron los dientes de muchos dentro y fuera del partido, el grupo compacto del Delegado podrían llegar a la gubernatura, y pudiera haberlo logrado, pero Loera optó por dejar candidaturas a priístas y panistas encima de los morenos fundadores y de izquierda, pero esa es otra historia.
Cruz, había metido mucho dinero a su campaña, fiel a su sangre panista, usaba símbolos del cristianismo para promoverse, por lo que jamás renunció a su aspiración, así que antes de irse de Morena, haría el mayor daño posible, sin embargo los mismos que supuestamente le «robaron la encuesta», le regalaron la victoria en otra encuesta, la de la candidatura a la presidencia de Ciudad Juárez, un trampolín a la gubernatura; Cruz aceptó y retiró la impugnación, la cosa estaba arreglada y así todos felices y contentos.
Lamentablemente para Loera, que se había llenado de enemigos dentro y fuera de Morena, no logró sumar a Chihuahua a la Cuarta Transformación, y por el contrario, Cruz Pérez Cuéllar se hizo de una de las fronteras más importante de México, él si sumó a Juárez a Morena, pero no al proyecto de transformación, él tiene otro camino como lo demostró en su berrinche.
Ha pasado un año de aquellas batallas electorales, Cruz ha tomado fuerza en el estado como alcalde de Juárez, y ante las traiciones y desdén de Loera con la base morenista que no son de su selecto grupo, al interior de Morena el panista comenzó a sumar apoyos, incluso de los morenos reales, quiénes ven la posibilidad de que Cruz abra las puertas de su proyecto a estos cuadros morenos y pudieran luchar desde esa trinchera, aunque no sea su casa.
A dos días de que se lleve el proceso de elección del nuevo consejo estatal de Morena, AA llega a Chihuahua y en Juárez realiza estas declaraciones graves, que quiebran nuevamente a los morenos, lo que se suma al caos que se vive por la elección del domingo.
El secretario de gobernación no tiene interés en el consejo estatal de Morena, lo que le interesa a AA es apoyo para su candidatura en 2024, y al parecer ha visto en Pérez Cuéllar la figura más fuerte en Chihuahua, dando un navajazo no solo a Loera, sino a Ariadna, al viejo bejaranismo e incluso a Mario Delgado.
Por su parte, Pérez Cuéllar tendrá que debatirse entre su amigo Ricardo Monreal, su segunda carta con Marcelo Ebrard, la consentida Claudia Sheinbaum o en su caso, el nuevo incendiario Adán Augusto López, aunque algunos dicen que, de no ser Monreal o Marcelo, estaría preparando sus maletas, otra vez, para irse a Movimiento Ciudadano, donde Monreal ya opera y Marcelo fue arropado antes de volver con AMLO, Cruz no tiene empacho en demostrar que no es Moreno y que no tiene interés en el proyecto de la Cuarta Transformación. Ahuizote.