El acuerdo preliminar alcanzado allana el camino para establecer normas comunes que permitan gestionar una llegada masiva inesperada de solicitantes de asilo, un elemento crucial de la reforma migratoria de la Unión Europea.
El acuerdo sobre el llamado Reglamento de Crisis ha quedado cerrado. Ha sido durante una reunión de embajadores en Bruselas, encargados de terminar el trabajo que los ministros de Interior no pudieron concluir la semana pasada cuando Italia bloqueó inesperadamente el borrador del texto.
Italia impugnó una pequeña parte de la legislación, centrada en los servicios de búsqueda y rescate prestados por buques de oenegés en el mar Mediterráneo, que Roma considera un «factor de atracción» que impulsa a más inmigrantes a intentar llegar a las costas europeas.
Alemania, cuyo voto era necesario para alcanzar la mayoría cualificada requerida, defendió los buques de las oenegés, argumentando que salvar vidas en el mar es un deber legal, humanitario y moral. Italia había criticado anteriormente al Gobierno alemán por proporcionar financiación estatal a estas oenegés.
El pulso entre Roma y Berlín frustró la semana pasada el intento de alcanzar un acuerdo, a pesar de las esperanzas suscitadas por un nuevo texto de compromiso presentado por España, país que ostenta actualmente la presidencia de turno del Consejo de la UE.
Tras consultar a sus Gobiernos nacionales, los embajadores lograron salir del punto muerto a primera hora de la tarde del miércoles.
Hungría y Polonia, los dos principales detractores de la reforma migratoria de la UE, votaron en contra del texto, mientras que Austria, la República Checa y Eslovaquia se abstuvieron, según informaron fuentes diplomáticas a Euronews.
«¡Trato hecho! Los embajadores de la UE han alcanzado un acuerdo sobre el Reglamento que aborda las situaciones de crisis y fuerza mayor en el ámbito de la migración y el asilo», dijo la Presidencia española en X, antes Twitter.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, celebró el acuerdo como un «verdadero cambio de juego», mientras que Ylva Johansson, comisaria europea de Interior, dijo que se había logrado «con pragmatismo, compromiso y unidad».
El Consejo utilizará ahora este acuerdo preliminar como posición común en las negociaciones con el Parlamento Europeo.