El régimen israelí ejecuta amplios ataques aéreos contra ciudades y pueblos de El Líbano. Según el Ministerio de Salud libanés, el número de muerto sobrepasa los 325.
En los últimos días, el régimen sionista ha llevado a cabo diferentes bombardeos y explosiones en El Líbano, incluso instrumentalizando explosivos ocultos dentro de buscapersonas y dispositivos de telecomunicaciones de uso cotidiano.
Las Fuerzas Armadas israelíes han confirmado ataques sobre mil 300 «objetivos de Hezbolá» en Líbano en una operación que continúa activa. El objetivo principal era el armamento almacenado en viviendas.
En estos almacenes había «misiles de crucero con cientos de kilómetros de alcance, cohetes pesados con una ojiva de mil kilogramos de explosivo, cohetes de medio alcance de hasta 200 kilómetros, cohetes de corto alcance y vehículos aéreos no tripulados armados», ha explicado el portavoz militar, Daniel Hagari.
El portavoz israelí ha asegurado que muchos en las cifras de fallecidos se incluye a «muchos terroristas que hemos matado hoy que estaban cerca de las armas» y ha afirmado que darán sus propias cifras próximamente.
En represalia por estos ataques, la milicia de Hezbolá ha lanzado al menos 156 proyectiles contra territorio israelí. La mayoría de estos cohetes han sido lanzados contra zonas del interior de Israel, alejadas de la frontera, como la región de Haifa, sin que por el momento haya noticia de daños personales.
De hecho, entre ellos hay al menos diez proyectiles de largo alcance lanzados contra asentamientos israelíes en Cisjordania, a más de 100 kilómetros de la frontera de Líbano. Otros 25 han sido lanzados sobre los Altos del Golán, la parte de Siria ocupada militarmente por Israel.
El ministro de Salud libanés, Firass Abiad, agregó que «miles de familias de las áreas atacadas han sido desplazadas». Además una 5 mil personas resultaron heridas «en menos de una semana» por los ataques israelíes.
Miles de libaneses que han huido desde el sur, y la principal carretera que sale de la ciudad portuaria de Sidón, en el sur del país, estaba abarrotada de autos que se dirigían a Beirut, en el mayor éxodo desde los combates de 2006. Más de 700 personas resultaron heridas en los ataques, una cifra asombrosa en un día para un país que aún se recupera de un ataque mortal contra dispositivos de comunicación la semana pasada.
El ejército israelí anunció que atacó unos 300 objetivos el lunes, diciendo que iba a perseguir los sitios de armas de Hezbolá. Algunos ataques se produjeron en zonas residenciales de ciudades del sur y del este del valle de la Bekaa. Uno de los impactos alcanzó una zona boscosa tan lejana como Biblos, en el centro del Líbano, a más de 80 millas de la frontera al norte de Beirut.
El ejército dijo que estaba ampliando los ataques aéreos para incluir áreas del valle a lo largo de la frontera oriental del Líbano con Siria. Hezbolá ha tenido durante mucho tiempo una presencia establecida en el valle, y es donde el grupo fue fundado en 1982 con la ayuda de la Guardia Revolucionaria de Irán.
El portavoz militar israelí, el contralmirante Daniel Hagari, reiteró las advertencias instando a los residentes a evacuar de inmediato las áreas donde Hezbollah está almacenando armas, incluso en el valle.