Los cuadernillos carecen de valor pedagógico de impacto, tienen gran cantidad de errores ortográficos y los maestros señalan que en una semana los alumnos los terminarán.

Chihuahua. Los «cuadernillos» que impuso la gobernadora María Eugenia Campos Galván en todas las escuelas públicas del estado, como material de apoyo, ante la negativa de permitir la distribución de los Libros de Texto Gratuitos que elaboró la Secretaría de Educación Pública (SEP), carecen de un básico nivel educativo, en todos sus aspectos.

Al comenzar la entrega de este material en las primarias, maestras y maestros comenzaron a expresar su rechazo y molestia, a su parecer se trata de una «burla», el que pretenda la gobernadora sustituir los Libros de Texto Gratuitos, con estos cuadernillos que parecen material para colorear y recortar que regalan en ciertos restaurantes.

Se tratan de cuadernillos que no pasan las 20 hojas, en todos los grados, con material recortable, sopas de letras, crucigramas y didácticas de pre escolar incluso para los grados más altos en educación básica.

Además, tienen faltas de ortografía, estereotipos de género, y la ausencia de conocimientos sociales, naturales, geografía entre otros.

Compartimos la opinión del profesor Andrés Varela.

Hay muchas cosas que podríamos decir de los cuadernillos. Tienen faltas de ortografía. Tienen muy poco contenido respecto a la complejidad de temas que se tratan en la escuela, pues sólo se refieren a contenidos de español y matemáticas. No tienen ningún tipo de secuencia en sus actividades. Y esto lo resalto sólo para recordarles los aspectos (algunos, producto de su imaginación) por los que se oponen a la distribución de los LTG.

Es muy obstinado pensar que un cuadernillo de ese tipo puede reemplazar a la familia de libros que se construyeron para la NEM.

La comparación es ridícula. Y fueron ustedes quienes llevaron la discusión a este punto, no nosotros.La comparación no alcanza, ni siquiera, en términos cuantitativos, pues este cuadernillo es apenas un ejemplar para las y los estudiantes, mientras que los libros de texto corresponden a, al menos, 5 libros: “proyectos de aula”, “de escuela”, “de comunidad”, “nuestros saberes” y, dependiendo de cuál sea el caso, hay otros libros complementarios por fase. Además, hay un libro para el maestro o maestra, que está buenísimo.

Por otra parte, estos cuadernillos corresponden al material de repaso del año pasado del “bloque 3”, que podemos encontrar en la página de “mesa técnica”, ahora “MEYAD”. Pero para poder reciclar estos ejercicios, al cuadernillo de quinto, lo pasaron a sexto; al de cuarto, a quinto y así sucesivamente. Son exactamente los mismos ejercicios. Hasta parece broma.

Ese es el gran material de la propuesta educativa alterna del gobierno del estado: imprimir materiales de repaso que se utilizaron el año pasado, con base en planes de estudio derogados. Sin embargo, lo más delicado no es el asunto de los errores, ni que no tengan secuencias, ni que estén descoloridos, ni que sean un insumo muy criticable por su poco contenido o porque está totalmente descontextualizado de la realidad.

Lo más delicado consiste en que estos cuadernillos corresponden a una forma de ver la educación que ya no corresponde con la realidad. Ya tenemos que dejar atrás las repeticiones y los ejercicios memorísticos innecesarios. Ya debemos dejar atrás la educación pensada para vomitar los “conocimientos” en un examen y transitar a entender la educación como una herramienta para interpretar y transformar la realidad.

Lo más delicado de estos cuadernillos no es que la comparación con los LTG los haya dejado en el ridículo, sino el paradigma educativo al que pertenecen. Lo poco o nada que tienen que ver con la NEM. Lo poco útiles que son para darle continuidad a la construcción de un programa analítico. Lo insuficientes que resultan para entender los problemas del contexto educativo y promover el pensamiento crítico. Lo desafortunados que son para pensar en las pedagogías de la metodología sociocrítica; el aprendizaje basado en proyectos.No les vamos a llamar basura, porque nosotros no somos iguales. Pero, ¿con esto pensaban sustituir a los libros de texto? Háganse un favor, y retráctense.

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