Los medios al servicio de los intereses del PRIAN querían sangre en Morena
Chihuahua. Burdos y desesperados, la mayoría (no todos), de los medios que han seguido de cerca el cambio de presidencia en el congreso del estado.
Algunos por convicción e ideología personal, otros por encargo, otros por despistados.
La traición que realizó la diputada Adriana Terrazas a la bancada, al pactar con el PRIAN y posiblemente con la gobernadora Eugenia Campos, para obtener el cargo de presidenta del Congreso, removió las hambres de la chayotiza que buscan a toda costa atacar a Morena, vieron la oportunidad de quebrar la bancada que ha sido incomoda, pero también muy civilizada y que cumple acuerdos al interior.
Durante semanas, insistían al cuestionar al coordinador sobre un «desacuerdo» al interior de la bancada, para ir por la presidencia, sin embargo hubo prudencia por parte de los diputados que aspiraban, y la decisión se realizó con un ejercicio democrático entre los 11 diputados, y así fue que incluso dieron a conocer el «humo blanco», para que fuera el diputado Benjamín Carrera Chávez, un político incomodo a la gobernadora.
Para el PAN que controla el congreso, hubiera sido más sencillo repetir la dosis de la pasada legislatura, con sus aliados PT, MC y PRI, hubieran votado en contra Morena, y ponían a un diputado del PRI o cualquier otro sometido a la gobernadora, el grupo de amigos, sin embargo tenían un aliado dentro de la bancada morenista, la ex priísta Adriana Terrazas, ligada a uno de los grupos priísta más corruptos y podridos de Juárez, aliada del duartismo.
Nadie en su sano juicio, ni con los dedos de frente cree que Terrazas no sabía que sería propuesta por el PAN y el PRI para bloquear a Benjamín Carrera.
Se tragan el discurso de la victimización por violencia política de género, quienes se quedaron sin argumentos ante la imposición que se le aplicó a Morena.
Ahora, el PRIAN podía salir y decir que habían cumplido su acuerdo, al dejar a un diputado de Morena llegar a la presidencia, y más si es una mujer, aunque tocaba hombre, eso no importó.
Por respeto, compromiso y lealtad a sus compañeros de bancada, Terrazas debió rechazar esta imposición, incluso por dignidad, sin embargo, se escudó en su aspiración personal de llegar a la presidencia del congreso, «haiga sido como haiga sido».
Surgieron columnas en medios digitales, que predecían un quiebre mayúsculo en la bancada de Morena, y posiblemente tenían razón, sin embargo, el día que la mesa directiva, bajó al pleno para ser votada, dos diputadas de Morena que integraban esa mesa directiva se bajaron, por DIGNIDAD, y por respeto al acuerdo interno, ante la imposición del PRIAN, no así Adriana Terrazas, y acto seguido, TODOS los diputados de Morena salieron del pleno para dar una postura ante los medios, una vez más, se quedaron con las ganas.
Ante la frustración y el desaire, las peores practicas periodísticas, al ver la unidad de la bancada, y la evidente postura de traición de Terrazas, se dio el lineazo editorial, para «voltear la tortilla» y victimizar a la diputada traidora, «la dejaron sola», «la excluyen», «no la apoyan», al grado casi de quienes se atrevieron a decir que se trató de violencia política de género, pffff el argumento más bajo cuando se acaban los argumentos, sin dejar de ser una realidad que exista este tipo de violencia, pero que en este caso, simplemente, nada que ver.
Terrazas pactó con el PRIAN, quien sabe si directamente con Eugenia Campos, es algo que se verá con el tiempo.
La sorpresiva postura de Hugo González, recién electo presidente del consejo estatal de Morena, para manifestar su respaldo a Terrazas, encendió la esperanza del PRIAN y sus medios, para quebrar a la bancada y a Morena en todo el partido, es muy atractivo explotar el conflicto entre Juan Carlos Loera y el ex panista Cruz Pérez Cuéllar.
Sin embargo, y aunque impactó la postura de González, es algo que realizó a titulo personal, obvio, algunos medios pusieron en la cabeza de la nota «Consejo de Morena apoya a Terrazas», y cosas por el estilo, y obvio, encendió la mecha al interior del partido recién renovado.
Cabe recordar que la postura del presidente del consejo de Morena, señalaba claramente que ese respaldo a la diputada, surgía luego de una IMPOSICIÓN que realizó el PAN y el PRI, de un acuerdo que no se cumplió y que era preferible sostener la presidencia del congreso, con el color de Morena, a que se la diera al PRI u otro partido; tal vez porque González vivió en carne propia ese portazo la pasada legislatura, cuando como coordinador de los asesores de Morena, vio como el PRIAN y sus aliados bloqueaban a Morena para colocar a un diputado que ni bancada tenía.
Los enemigos de la 4T, intentaron hacer creer que los 90 consejeros respaldaban la imposición, pero no fue así, la postura personal del presidente nada tiene que ver con el consenso de los consejeros y el mensaje que en conjunto pueda surgir, una vez más, se quedaron con las ganas.
Sin embargo, nuevamente, el pasado reptil de Adriana Terrazas hizo que la recibieran cuadros de Morena, funcionarios, alcaldes y enemigos internos del grupo Loera – Montiel, entonces una vez más los medios vieron la oportunidad de dar el golpe, dividir todo el partido, y también una vez más, posiblemente podrían tener la razón, pero algo sucedió.
La guerra civil parecía comenzaría muy rápido en este nuevo Morena estatal, con jóvenes al frente.
Los medios habían estado cazando a Brighite Granados, igual que Hugo González, recién electa presidenta del comité estatal, quién había mantenido silencio al respecto, pero su cercanía con la bancada morenista hablaba por si sola.
Luego, en la primera conferencia de Brighite, los medios acudieron sedientos de sangre, buscaban un total respaldo de la presidenta de morena a la fracción parlamentaria, y un ataque a la diputada Terrazas, sin embargo, se quedaron con las ganas.
Aunque fueron insistentes, e incluso desesperados por «sacar» algo para golpear a Terrazas y justificar su traición, Brighite estuvo por encima de lasituación, y adecuadamente mantuvo su postura como presidenta del comité y de respeto a los diputados, sería una decisión de ellos, obvio que esto no gustó a los medios del PRIAN, pues así no funciona la victimización de Terrazas.
Le preguntaron sobre la postura de Hugo González, esperando el quiebre, sin embargo recordó que había sido una postura personal y que tenía un respeto por el compañero, otra vez, se quedaron con las ganas.
Y llegó el día, para iniciar el periodo ordinario y el segundo año de la legislatura, había muchas dudas, boicot a la sesión, protesta incendiaria, dardos contra Terrazas, acusaciones de traición, victimización, ausencia de diputados, todo era especulación.
Ante de iniciar la sesión, apareció Omar Holguín, ahora secretario general del comité estatal de Morena, quien fue entrevistado por los medios, e intentaron sacarle algo que dividiera o afectara a los diputados, pues es bien conocida su postura con Cruz Pérez Cuéllar, sin embargo, también desairó a los carroñeros, recordó que es el PAN el que ha tenido un control abusivo al interior del congreso, recordó que igual la aplicaron la pasada legislatura, replicó el mensaje del presidente del Consejo en respaldar que Morena sostenga la presidencia ante la imposición.
Todo transcurrió en orden y de acuerdo al protocolo, al momento que el coordinador de Morena dio su posicionamiento, los diputados de Morena se levantaron de sus lugares y sacaron unas lonas, los reporteros corrieron al interior del pleno, por fin tenían lo que buscaban, había llegado esa confrontación de espectáculo entre los morenos, sin embargo y para su desilusión, los mensajes de protesta no eran contra la diputada Adriana Terrazas, ni por la imposición de la mesa directiva, sino contra la gobernadora Eugenia Campos y su gobierno.
El discurso del diputado de Morena Cuauhtémoc Estrada, fue directo contra la corrupción del duartismo ahora en el gobierno panista, la torre centinela en Juárez, la pretensión del PAN de amarrar los síndicos a las planillas de los presidentes municipales, la falta de austeridad, la negativa a reducir recursos a los partidos, el replaqueo, la corrupción en el Cobach, entre otras, nada que los medios pudieran celebrar.
Fueron contados los medios que publicaron el contenido de las lonas, algunos hasta inventaron que habían sido contra la presidenta del congreso.
El pragmatismo de Morena, los chapulines del PRIAN infiltrados y las diferencias internas en el partido más grande de México, los extraños intereses en la cúpula nacional que permitieron la entrada de personajes como Adriana Terrazas, Armando Cabada, Mayra Chávez, María Antonieta Pérez, Daniel Murguía, Cruz Pérez Cuéllar entre otros conservadores y derechistas seguirán doliendo a Morena y a quienes desde la izquierda impulsaron este movimiento, y claro, generará divisiones, pero por ahora, se quedaron con las ganas.