Autoridades estatales han confirmado el hallazgo de al menos 30 cuerpos en dos tiros de mina ubicados en distintas localidades del municipio de Aquiles Serdán, en el estado de Chihuahua.

Chihuahua. La localización de estos puntos de inhumación clandestina fue posible gracias al rastreo de antenas telefónicas vinculadas a las víctimas, así como a información proporcionada de manera anónima por habitantes de la zona, quienes dieron pistas sobre la operación de estos lugares para desaparecer cuerpos.

Las investigaciones apuntan hacia un individuo como responsable de coordinar estas inhumaciones. Se presume que el sujeto ha operado durante varios años en la región, aprovechando la profundidad de los tiros de mina para ocultar los restos y dificultar la labor de las autoridades.

El primer tiro de mina, descubierto en 2019, se convirtió en un punto clave para esclarecer múltiples desapariciones. 

Entre los cuerpos recuperados se encuentran Yaqueline Almader Carrasco, desaparecida en marzo de 2017, y Antonio Mendoza Leal y José Antonio Maldonado Payán, desaparecidos en julio de 2019. La profundidad y el estado de descomposición de los restos ha complicado las labores de recuperación, que incluyen extracción cuidadosa y pruebas de ADN para su correcta identificación.

En el segundo tiro de mina, ubicado en otra localidad de Aquiles Serdán, se han localizado hasta ahora 10 cuerpos, aunque las autoridades estiman que podrían existir más restos de personas desaparecidas en la zona. Entre los identificados se encuentra Jair Núñez Gandarilla, quien desapareció el pasado 29 de octubre, junto con otros dos individuos aún sin identificar. Los hallazgos muestran que los cuerpos fueron depositados en grupos temporales, desde agosto hasta octubre de 2025, evidenciando un patrón sistemático de desaparición y ejecución.

Desde hace más de ocho años, las autoridades han documentado el uso de tiros de mina para ocultar cuerpos en la región. Casos emblemáticos, como la desaparición de Luis Martín Perea y su hija Gloria Ivanna Perea, permitieron localizar el primer tiro en Santa Eulalia, marcando el inicio de una serie de intervenciones que han permitido rescatar cuerpos y evidencias vinculadas a múltiples desapariciones en el municipio.

De momento, las autoridades de Chihuahua aún no se han pronunciado sobre los avances de la investigación ni sobre posibles detenciones adicionales.

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