China denuncia la nueva estrategia de la OTAN, que le tacha de “desafío”, y considera al organismo como una “máquina de guerra” que sirve intereses de Estados Unidos.
Los estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aprobaron a finales de junio en la cumbre de Madrid una nueva estrategia, de acuerdo con la cual Pekín “busca controlar sectores clave tecnológicos e industriales, infraestructura crítica y materiales estratégicos y cadenas de suministro”.
De hecho, en el documento China fue presentada por primera vez como un “desafío” a los “intereses, seguridad y valores” de la Alianza Atlántica.
Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Defensa chino, Wu Qian, denunció que el documento distorsiona los hechos, incita a la confrontación y el conflicto, y hace declaraciones irresponsables sobre el desarrollo militar natural de China y su política de defensa nacional.
Wu destacó el largo historial de la OTAN en “lanzar o participar en guerras en todo el mundo, matando a civiles inocentes y convirtiendo a decenas de millones en refugiados desplazados”.
En efecto, señaló que la OTAN supone una amenaza a la paz y la estabilidad mundiales, pues es una “máquina de guerra y una herramienta militar” destinada a fortalecer la hegemonía de Estados Unidos.
Pekín siempre se ha opuesto a las acciones expansionistas del bloque militar y recientemente ha acusado a la organización de utilizar la crisis de Ucrania para fomentar la confrontación entre bloques y buscar enemigos imaginarios en Asia-Pacífico.
El gigante asiático, condena todo tipo de injerencia externa de la OTAN en el tema de Taiwán que impulsa una agenda separatista.