Alianza Sierra Madre A. C. (ASMAC) inicia la campaña de recaudación de fondos “Volver a Casa: un camino de esperanza y dignidad”, la cual se realizará del 2 de octubre al 30 de noviembre de 2023.
El monto recaudado será destinado al acompañamiento de familias desplazadas de comunidades indígenas de la Sierra Tarahumara, quienes han salido de sus hogares para salvaguardar su vida.
Han pasado cinco años desde que le quitaron la vida al defensor indígena Julián Carrillo Martínez y aún no es posible un retorno seguro para su familia. Por eso creemos que este es un buen momento para sumarnos a su lucha y apoyar a los defensores del bosque en la exigencia de la garantía de sus derechos.
Aún lejos de su territorio, las personas desplazadas continúan su labor de defensa del bosque y de la memoria de quienes han sido cobardemente asesinados por negarse al despojo de su territorio.
De acuerdo con el informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ACNUR) el desplazamiento forzado interno ha sido documentado en México al menos desde la década de 1970. No obstante, su reconocimiento oficial como problema público por el Gobierno de México ocurrió en abril de 2019.
Chihuahua ha sido uno de los estados más afectados por la violencia en las últimas décadas. La presencia histórica de grupos de la delincuencia organizada, la nula respuesta de las autoridades encargadas de la seguridad de la ciudadanía, la colusión con actores públicos y privados para la sobreexplotación del bosque, así como las acciones dirigidas al despojo de tierras de cultivo y bienes comunes -en particular de comunidades indígenas- han ocasionado múltiples eventos de violencia en contra de las personas y poblaciones de diversas comunidades serranas. La situación de violencia ha generado que personas que habitan la región hayan sido desplazadas hacia otras partes del estado, incluso a otras entidades federativas.
Desde el año 2018 a la fecha, por el incremento de episodios de desplazamiento forzado en la Sierra Tarahumara, principalmente en el municipio de Guadalupe y Calvo, personas rarámuri y ódami se han visto en la necesidad de salir de sus comunidades para resguardarse en lugares más seguros.
Por su labor de defensa del territorio, Julián Carrillo Martínez fue asesinado arteramente y su familia se vio obligada a salir de su comunidad por primera vez con una serie de obstáculos como el idioma, falta de empleo, de un lugar seguro para vivir y la situación de riesgo y miedo que hasta el día de hoy permanece.
A la fecha la situación no ha mejorado, por el contrario, ha empeorado con nuevos desplazamientos, pues siguen viviendo bajo amenazas por las cuales es imposible que las y los integrantes de la comunidad que defendió Julián Carrillo regresen a su comunidad en condiciones de dignidad y seguridad.
Las niñas, niños y adolescentes en situación de desplazamiento también son víctimas directas, pues el lugar donde se encuentran tiene múltiples carencias, que constituyen una grave violación a sus derechos humanos.
Estar fuera de su comunidad significa adaptarse a un lugar que les es ajeno, donde no pueden llevar a cabo sus prácticas culturales. Por supuesto, la familia de Julián no pudo realizar los rituales mortuorios acostumbrados por sus familiares.
Por el desplazamiento no pueden cultivar la tierra, comer lo que les gusta, ni caminar entre el bosque, como lo hicieron sus ancestros.
Teléfono de contacto: (614) 410-55-51