Entre los productos afectados se encuentran la energía, los alimentos y la atención dental, que alcanzaron niveles no vistos en varias décadas.
El índice de precios al consumidor (IPC) de la economía estadounidense llegó en junio a un 9,1%, cifra que representa el ritmo más rápido de incremento de la inflación en el país en un periodo de 12 meses desde noviembre de 1981, según un informe divulgado por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés).
El informe revela que, en un año, los precios de la energía aumentaron un 41,6%, estando los precios de la gasolina entre los que más incidieron en el índice, ya que aumentaron casi un 60 % en el período de 12 meses, la mayor subida desde 1980. Los costos de la electricidad crecieron 13,7% en igual período.
Por su parte, el índice de alimentos aumentó al menos un 1% por sexto mes consecutivo, mientras que los costos de la vivienda se incrementaron un 5,6% anual y los del alquiler tuvieron el mayor aumento mensual desde abril de 1986. La atención médica encareció debido fundamentalmente a un aumento del 1,9% en los servicios dentales, el mayor aumento mensual jamás registrado para ese sector en datos que se remontan a 1995, reveló el BLS.
Muchos otros productos y servicios también experimentaron subidas de precio para los consumidores, desde los boletos de avión hasta los autos usados y las prendas de vestir.
La Casa Blanca ha atribuido el aumento de los precios a la operación militar que Rusia lleva a cabo en Ucrania. Sin embargo, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, señaló que los expertos probablemente saben «que la crisis comenzó a surgir durante la lucha contra la pandemia» y esto sucedió debido a que las economías desarrolladas «comenzaron a abusar de su posición monopólica en el ámbito monetario», y encendieron la imprenta de dinero.
La Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también culpó a las compañías de petróleo y gas de inflar las ganancias y pidió a los propietarios de gasolineras que bajen los precios.
Tras esta petición, el magnate Jeff Bezos insinuó que la Administración Biden está engañando a los ciudadanos respecto al efecto real de la inflación en el país. La Casa Blanca no tardó en responderle por medio de su portavoz, la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre, quien declaró: «Los precios del petróleo han caído casi 15 dólares en el último mes, pero los precios de las gasolineras apenas han bajado. Eso no es una ‘dinámica básica del mercado’. Es un mercado que le está fallando al consumidor estadounidense».