El líder de Hezbolá afirmó que un conflicto más amplio en Oriente Medio era una posibilidad realista.
El líder del Hezbollah del Líbano advirtió a Estados Unidos el viernes que prevenir una guerra regional dependía de detener el ataque israelí a Gaza, y que existía una posibilidad realista de que los combates en el frente libanés se convirtieran en una «guerra amplia».
Sayyed Hassan Nasrallah , en su primer discurso desde que estalló la guerra entre Israel y Hamas el 7 de octubre, también amenazó al principal aliado de Israel, Estados Unidos, insinuando que su grupo respaldado por Irán estaba listo para enfrentarse a los buques de guerra estadounidenses en el Mediterráneo.
Nasrallah continuó afirmando que la masacre del 7 de octubre fue llevada a cabo por fuerzas israelíes contra civiles israelíes, y añadió que no había pruebas de que Hamás decapitara a bebés.
En el discurso, afirmó que «hermanos de Hamás» habían planeado solos el ataque del 7 de octubre y lo ocultaron a sus otros aliados terroristas. A pesar del hermetismo, el líder terrorista insistió en que el ataque no molestó a nadie del «eje de resistencia».
Nasrallah, elogiando aún más el ataque, afirmó que la «inundación de Al-Aqsa», como Hamas llama a su ofensiva contra Israel, había expuesto la debilidad de Israel. El ataque se cobró la vida de 1.400 personas, incluidas civiles y árabes israelíes.
Dijo que la operación del 7 de octubre provocó un «terremoto» en Israel y afirmó que expuso la debilidad del país.
Alardeando, Nasrallah celebró que Israel estaba «bajo presión financiera» después de que varias ciudades cercanas a la frontera con Gaza fueran evacuadas. Afirmó que Israel estaba «ansioso de que el frente pudiera escalar…»
Burlándose de Israel, el líder terrorista dijo que en todo un mes, Israel no había logrado rescatar a ningún rehén ni lograr ningún logro militar significativo.