Las víctimas eran soldados y voluntarios del Ejército. También hubo treinta heridos. Las «operaciones de respuesta» permitieron «neutralizar a varios asaltantes», dejando docenas de bajas entre los yihadistas.
Diecisiete militares y 36 auxiliares del Ejército de Burkina Faso murieron en un ataque de presuntos yihadistas en la región del Norte, anunció el Estado Mayor en un comunicado. «Cincuenta y tres combatientes», en concreto «diecisiete militares y 36 VDP [Voluntarios para la Defensa de la Patria, auxiliares del Ejército] perdieron la vida» el lunes, indicó.
La unidad atacada estaba desplegada en Kumbri, en la provincia de Yatenga, para la «reinstalación» de la población que había «dejado la zona desde hacía dos años» a causa de la actividad yihadista, explicó. Además, la fuente informó de «una treintena de heridos que fueron evacuados y atendidos» por personal sanitario. Varias docenas de militantes islámicos también fueron abatidos, en medio de una operación para expulsarlos de Koumbri y que los desplazados puedan regresar.
Según el Estado Mayor, unas «operaciones de respuesta» permitieron «neutralizar a varios asaltantes» y «destruir su material de combate». Todavía se están llevando a cabo «operaciones en la zona», agregó, señalando que los «terroristas huyeron». «Este acto de extrema cobardía no quedará impune. Se están haciendo todos los esfuerzos posibles para desactivar a los elementos terroristas restantes a la fuga», asegura el comunicado.
Burkina Faso, escenario de dos golpes de Estado en 2022 , es presa de una espiral de violencia yihadista desde 2015, que ha dejado desde entonces más de 16 mil muertos, según la oenegé Acled, y más de dos millones de desplazados. Con escasez de tropas y suministros, los gobernantes de Burkina Faso han recurrido cada vez más a fuerzas de defensa de voluntarios. Estos civiles armados se ven frecuentemente atrapados en ataques mortales, incluido el de abril, cuando 34 personas fueron asesinadas en un ataque .
El país ha estado luchando contra grupos armados, algunos con vínculos con Al Qaeda y el Estado Islámico. Para ello, la junta militar gobernante también ha regresado a Rusia, que viene a llenar el vacío dejado por la salida de Francia, país que ha suspendido incluso la ayuda económica y al desarrollo . Una delegación rusa mantuvo conversaciones con el presidente interino de Burkina Faso, Ibrahim Traore, la semana pasada, en una reunión que incluyó discusiones sobre una posible cooperación militar.
Desde el primer golpe en enero del año pasado , el número de personas asesinadas por yihadistas casi se ha triplicado en comparación con los 18 meses anteriores, según un informe del Centro Africano de Estudios Estratégicos. «Esta violencia, junto con la expansión geográfica de las actividades extremistas que efectivamente rodean a Uagadugú, coloca a Burkina Faso más que nunca al borde del colapso», dice el informe.