Varios países expresaron su preocupación ante la ONU por la violencia policial contra manifestantes en Francia, que vivió este lunes otra jornada de protestas.

Férreas críticas hacia Francia por el uso excesivo de la fuerza para contener las protestas contra el impopular gobierno de Emmanuel Macron. Francia debe “tomar medidas para abordar, de forma transparente, las denuncias sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía contra manifestantes durante las protestas”, declaró el representante de Suecia ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, durante el Examen Periódico Universal (EPU) al que deben someterse cada cuatro años los 193 países de la ONU.

Ataques contra los migrantes, discriminación racial y la intolerancia religiosa también fueron abordados en la reunión en la que, a la par de Suecia, Dinamarca, Liechtenstein, Noruega, Luxemburgo, Malasia, Rusia, Venezuela e Irán criticaron las políticas adoptadas por el ejecutivo galo contra los derechos humanos.

La representante rusa, Kristina Sukacheva reitera preocupación por “las duras y, a veces, violentas medidas destinadas a dispersar a ciudadanos pacíficos”. Las críticas han sido avivadas, mientras varias ciudades galas registran nuevas manifestaciones este lunes conmemorar el 1 de mayo, el día internacional de los trabajadores, que ha sido, además, aprovechado por miles en las calles para rechazar de manera rotunda la polémica reforma de las pensiones que Macron impuso por decreto hace mes y medio, tras eludir el voto parlamentario constitucional.

La medida desató masivas protestas, los sindicatos desde entonces se han mantenido en permanente rechazo a la medida, e incluso han exigido la renuncia del jefe de estado. En el último mes, la popularidad de Macron cayó a los niveles más bajos desde diciembre de 2018, tras las masivas protestas del movimiento de “chalecos amarillos”, según el grupo Odoxa, 70 % de los encuestados juzga negativamente la gestión del liberal.

Durante la evaluación de este lunes, del lunes, China y Estados Unidos también han pedido a Francia más esfuerzos para combatir la discriminación racial y religiosa. El representante ha alertado sobre el aumento del racismo y la xenofobia, e instó a “poner fin a las medidas que violan los derechos de los migrantes”. Brasil y Japón también han deplorado el uso por parte de las fuerzas de seguridad de “perfiles raciales”.

Por su parte, la ministra de Igualdad de Género y Diversidad francesa, Isabelle Rome, a la cabeza de la delegación, se limitó a responder algunas críticas, comparó el racismo y la discriminación religiosa con “un veneno para la República”. A su vez, la asesora jurídica del ministerio del Interior, Sabrine Balim, aseguró ante las delegaciones internacionales, que el uso de la fuerza era supervisado, controlado y, en caso de uso erróneo, sancionado.

Este 1 de mayo se ha caracterizado por los violentos enfrentamientos en las masivas protestas antigubernamentales en casi todo el país, la mayor convocatoria se ha registrado en París, la capital, casi 300 personas han sido detenidas tras los disturbios que han dejado cientos de heridos como consecuencia de la represión policial.

Los sindicatos convocaron para este día a unas 300 movilizaciones, casi todas terminadas en violencia, por lo que el ministro de Interior, Gérald Darmanin, ha pedido una condena internacional. La segunda economía del bloque comunitario centra desde enero la atención mundial por las multitudinarias protestas contra el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años.

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