Según el informe, un punto de vista es que «el ejército de Ucrania, después de haber desplegado la mayoría de sus reservas antes de romper la segunda línea de defensas rusas y haber sufrido numerosas bajas al intentar romperla, es poco probable que llegue muy lejos».
La administración Biden cree que la contraofensiva de Ucrania se detendrá en unas 6 o 7 semanas, dijo The Economist citando su fuente.
Según el artículo, «hay desacuerdos privados sobre cuánto progreso se puede lograr en ese tiempo». Un punto de vista es que «el ejército de Ucrania, después de haber desplegado la mayoría de sus reservas antes de romper la segunda línea [de las defensas rusas – TASS], y haber sufrido numerosas bajas al intentar romperla, es poco probable que llegue muy lejos». «Si miras el campo de batalla dentro de cinco años, podría parecer muy similar», dijo el artículo citando a un alto funcionario de inteligencia estadounidense.
Dicho esto, The Economist cita también la opinión de Trent Maul, director de análisis de la Agencia de Inteligencia de Defensa estadounidense (DIA), que no es tan pesimista. Según su evaluación, el ejército ucraniano supuestamente tiene una «posibilidad realista», alrededor del 40-50%, «de romper las líneas rusas restantes antes de fin de año».
Sin embargo, advierte que las municiones limitadas y el empeoramiento del tiempo harán que esto sea «muy difícil», admitiendo que «los funcionarios estadounidenses y ucranianos no supieron apreciar la profundidad de las defensas rusas y lo difícil que sería para Ucrania ‘aplastarlas’ con armaduras. «
El Ministerio de Defensa ruso dijo anteriormente que las fuerzas armadas ucranianas habían estado intentando infructuosamente una contraofensiva desde el 4 de junio. Según la agencia militar, en tres meses Ucrania ha perdido más de 66.000 soldados y alrededor de 7.600 unidades de diversos armamentos, sin lograr lograr algún éxito en cualquier área. El 4 de septiembre, el presidente ruso Vladimir Putin afirmó que la contraofensiva ucraniana había fracasado.