El presidente Andrés Manuel López Obrador, pidió a las autoridades estadounidenses aclarar de dónde obtuvieron la información y las pruebas acerca de la presunta presencia de integrantes de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) alrededor del mundo.
El 27 de julio pasado, la directora de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos —DEA, Anne Milgram, declaró ante un comité del Congreso estadounidense que alrededor de 45 mil miembros de ambas agrupaciones delictivas en más de un centenar de países. De estos, en su mayoría son del grupo nacido en Sinaloa, al norte del territorio mexicano.
«Estamos mapeando a estos dos cárteles en todo el mundo y a lo largo de Estados Unidos», afirmó la funcionaria.Ante ello, el mandatario mexicano fue cuestionado sobre la información de la DEA.
«No tenemos nosotros esa información; no sé de dónde la sacó la señora de la DEA. Ojalá nos dieran más detalles, pero creo que habló que el cártel de Sinaloa y el de Jalisco tienen en 100 países más de 40.000 elementos. (…) Que nos diga cuáles son las pruebas que tiene», exigió en conferencia de prensa desde Nayarit, en el oeste del país.
López Obrador aclaró que estos datos no fueron compartidos por la Administración estadounidense en la reunión que sostuvieron esta semana para tratar temas como el combate al tráfico de fentanilo y armas, así como la agenda migratoria.
«Es un problema que tienen, con todo respeto lo digo, en el Gobierno de Estados Unidos: no hay coordinación entre ellos. No hay mala fe, es que hace falta poner orden. La política es, entre otras cosas, poner orden en el caos. Si cada quien actúa por su cuenta, no hay avances. Acaban de estar [en México] la asesora en materia de seguridad de la Casa Blanca, la vicefiscal del Gobierno estadounidense, el subsecretario del Departamento de Estado para la seguridad y no hubo ninguna información al respecto», destacó.
Durante varios meses, México y Estados Unidos han sostenido una disputa sobre la presencia de los cárteles mexicanos en el país norteamericano, principalmente.Por ejemplo, desde marzo de este año, los políticos Lindsey Graham, John Kennedy e incluso el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el de Seguridad, Alejandro Mayorkas, han criticado al Gobierno mexicano por lo que ellos consideran como acciones débiles contra el narcotráfico.
Una muestra de ello fue que el 30 de marzo, Graham y John Kennedy presentaron la Iniciativa Narcos, donde, además de la propuesta de designar a los cárteles como grupos terroristas, se sugiere la creación de un grupo de trabajo «con el fin de eliminar la amenaza que representan estos grupos y el tráfico de drogas, particularmente el fentanilo, para los ciudadanos estadounidenses».Un día después, el mandatario mexicano escribió en Twitter sobre ello y calificó como «penosa y decadente» la situación en Estados Unidos.
«Amenazan con invadir, venden armas de alto poder en sus tianguis, no hacen nada por sus jóvenes, padecen, lamentablemente de la terrible y mortal pandemia del fentanilo, pero no atienden las causas. No les preocupa el bienestar, solo el dinero, ni fortalecen valores morales, culturales y espirituales; tampoco limitan el consumo de drogas, por el contrario, lo fomentan hasta en el deporte. Es penoso y decadente», dijo López Obrador.