La primera audiencia de dos días de duración, se centrará en las medidas provisionales que Sudáfrica ha exigido en su demanda contra el régimen sionista israelí.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya celebrará este jueves su primera vista sobre la demanda de Sudáfrica contra Israel por crímenes de genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza.
En la audiencia, que durará dos días, el tribunal estudiará la demanda presentada por el país africano el pasado 29 de diciembre, en la que acusa a Tel Aviv de violar la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio en el transcurso de las hostilidades en el enclave palestino, que ya se han cobrado la vida de más de 23.000 habitantes, y busca la suspensión urgente de la campaña militar israelí.
Los días 11 y 12 de enero, Sudáfrica e Israel dispondrán cada uno de dos horas en ambas jornadas para presentar sus argumentos. El caso no se decidirá esta semana, ya que este tipo de acciones judiciales pueden tardar años en resolverse.
El tema principal de la primera vista serán las medidas provisionales, que adoptan la forma de una orden de restricción de la corte, destinadas a evitar la continuación de disputa mientras el caso esté pendiente. En este contexto, Sudáfrica ha pedido a la CIJ que obligue a Israel a cesar sus operaciones militares en la Franja de Gaza, detener cualquier acto genocida o tomar acciones razonables para prevenir el genocidio y emitir informes periódicos a la CIJ sobre dichas medidas. Se espera que la Corte tome una decisión al respecto en las semanas siguientes.
¿Quién juzgará el caso?
El caso será evaluado por los 15 jueces de la CIJ, que fueron electos para el cargo por un período de nueve años. Los magistrados de nacionalidad de los países que son parte en un litigio conservan el derecho a participar en el proceso judicial.
Cuando no hay jueces de nacionalidad de los países que forman parte de un proceso, las naciones tienen la opción de nombrar magistrados ‘ad hoc’ que estarán autorizados a conocer únicamente ese asunto. Se espera que el exvicepresidente del Tribunal Constitucional de Sudáfrica, el profesor Dikgang Moseneke, y el expresidente del Tribunal Supremo de Israel, Aharon Barak, comparezcan como jueces ‘ad hoc’ en nombre de sus Estados durante las audiencias. Palestina no estará representada, ya que no es un Estado miembro de la ONU.
Asimismo, se prevé que Sudáfrica esté representada en la vista por un equipo de abogados dirigido por el profesor sudafricano John Dugard, que anteriormente ha sido juez de la Corte Internacional de Justicia de la ONU, y la parte israelí por el abogado británico Malcolm Shaw.
¿Qué decisión puede tomar la CIJ y cuáles serán sus consecuencias?
La primera decisión de la CIJ contempla aplicar o no medidas provisionales a Israel. Si se niega a hacerlo, el país hebreo tendrá otra oportunidad de demostrar que el tribunal carece de base jurídica para examinar la demanda de Sudáfrica y presentar la denominada objeción preliminar. La Corte podría rechazar esta objeción y continuar examinando el caso en la siguiente vista.
Por otra parte, el tribunal podría aceptar los reclamos de Sudáfrica y, por ejemplo, ordenar a Israel que detenga las operaciones militares en la Franja de Gaza. Las decisiones de la CIJ son obligatorias, definitivas e inapelables, pero no tiene forma de hacerlas cumplir. Si no se aplica la sentencia del tribunal, Sudáfrica puede apelar al Consejo de Seguridad de la ONU para que se encargue de su ejecución.
La decisión final de la CIJ implica la confirmación o el rechazo de reconocer que Israel cometió genocidio contra el pueblo palestino o no se esforzó por impedirlo. Si se determina que Tel Aviv ha violado el derecho internacional, la reputación del país podría verse dañada durante años. Si Israel se niega a cumplir las exigencias de la Corte, podría enfrentarse a la suspensión de su membresía en la ONU y a sanciones económicas del Consejo de Seguridad que podrían aplicarse para hacer cumplir la sentencia del tribunal.
De acuerdo con un comunicado de la CIJ, Sudáfrica asevera que Israel busca «destruir a los palestinos en Gaza como parte del grupo nacional, racial y étnico palestino más amplio» y «viola sus obligaciones bajo la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio» mediante su conducta dirigida hacia los habitantes del enclave.
El solicitante afirma, además, que Israel, particularmente desde el 7 de octubre de 2023, ha incumplido su obligación de prevenir el genocidio, así como su obligación de castigar la incitación directa y pública a cometer genocidio», reza el informe. Asimismo, se indica que Petroria denuncia a Tel Aviv porque «ha cometido, está cometiendo y corre el riesgo de seguir cometiendo actos genocidas contra el pueblo palestino en Gaza».
En la demanda de 84 páginas el país africano acusó a Israel de «matar a palestinos en Gaza, causarles graves daños físicos y mentales e infligirles condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física», refiriéndose a la restricción del acceso humanitario al enclave, así como el corte del servicio eléctrico y de agua potable.
La decisión de Sudáfrica de demandar a Israel fue apoyada por la Organización de Países Islámicos, formada por 57 Estados, así como por Malasia, Turquía, Jordania, Bolivia, Venezuela, Maldivas, Namibia, Pakistán y más de 900 organismos y grupos sociales.
Por su parte, Israel rechazó «con desagrado» la demanda en su contra. «La reclamación de Sudáfrica carece de base fáctica y jurídica y constituye una explotación despreciable y despectiva de la CIJ», indicó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, Lior Haiat.