La falta de personal militar, la fortaleza del Ejército ruso y la poderosa artillería rusa son algunos de los obstáculos con los que se han enfrentado las tropas ucranianas en el campo de batalla, a casi dos años del inicio del conflicto.

Los medios de comunicación occidentales no paran de difundir información negativa sobre el desempeño de las fuerzas de Zelenski desde el lanzamiento de su pasada contraofensiva veraniega, en la que han perdido a más de 90 mil soldados entre muertos y heridos, según cifras del Gobierno ruso.

Esta vez fue el diario estadounidense The New York Times quien describió las condiciones en las que operan las tropas de Kiev, que sufren escasez de personal militar desde hace tiempo, algo que complica mucho las cosas para ganar terreno.

El medio pudo conversar con elementos de la 117ª Brigada Mecanizada Separada de Ucrania. Uno de ellos aseguró: «Físicamente estamos agotados». Y es que si bien dijeron que la moral no va de capa caída, reconocieron que existen carencias entre sus filas. «Nos falta gente», reconoció un oficial de inteligencia del mismo cuerpo castrense.

Tanto oficiales como soldados admitieron ante el rotativo norteamericano que «los ataques rusos eran tan intensos que operar cerca de la línea del frente nunca había sido tan peligroso».

«Los soldados dijeron que desde marzo han sufrido el poder devastador adicional de las bombas planeadoras, explosivos de media tonelada lanzados desde aviones que destrozan búnkeres subterráneos», señala The New York Times.

Un militar ucraniano conocido con el sobrenombre de Kit le dijo al rotativo que cree que el Gobierno de Zelenski «debería estar haciendo más» para conseguir fortalecer su arsenal de aviones aéreos no tripulados, un arma que, dice, Moscú utiliza con eficacia. Según él, a diferencia de Rusia, Kiev todavía depende de voluntarios y donantes civiles para su programa de drones.

El diario destaca que las fuerzas rusas utilizan una especie de «subterfugios» para reproducir cintas de disparos en drones y, de ese modo, hacer creer a los soldados ucranianos que estaban siendo atacados, salir de los búnkeres y revelar sus posiciones.

Además, las fuerzas ucranianas también deben enfrentarse a granadas de humo lanzadas desde drones rusos, las cuales «provocan un dolor muy fuerte en los ojos» y un tipo de «fuego» que se cuela en la garganta «como un trozo de carbón y no puedes respirar», según dijo un militar ucraniano identificado como Medic.

«El número de bajas es elevado en todas las unidades del frente. Casi todos han resultado heridos», concluye el artículo de The New York Times.

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