Ante la posibilidad que el cambio en el gobierno de Estados Unidos genere una inestabilidad económica que impacte en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que dejará una reserva de entre 600 mil y 700 mil millones de pesos a la siguiente administración que encabezará Claudia Sheinbaum Pardo.

Esto, dijo, derivado de que la deuda con la que concluirá el país será menor en 2 puntos del producto interno bruto (PIB) a los entre 7 y 7.5 por ciento de ese indicador que dejaron como endeudamiento los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto.

En la mañanera, el mandatario refirió que ya no tiene tiempo de comprometer recursos hacia futuro, “porque se deben dejar finanzas públicas sanas para que la presidenta electa y luego presidenta constitucional tenga todo el poder, finanzas púbicas sanas, porque eso es importantísimo, no andar pidiendo prestado, recurriendo al Fondo Monetario Internacional o al Banco Mundial para que nos pongan condiciones. ¡No!”.

En ese sentido dijo que el crecimiento de la deuda pública para el país es menor a la de Calderón y Peña Nieto.

“Eso se mide por el PIB, ellos incrementaron 7 puntos en promedio, 7.5 del PIB, y nosotros estamos luchando porque sea 5 o 5.5, es decir, dejar 2 puntos de producto, que son como 600, 700 mil millones de pesos de reserva, por lo que se pueda necesitar”.

El jefe del Ejecutivo consideró que esos recursos no se necesiten, aunque acotó: “Hay que actuar de manera precavida, sobre todo pensando en las elecciones de Estados Unidos, no en el proceso de elección, yo no veo que haya ninguna inestabilidad económica, ninguna crisis hasta noviembre, diciembre que pasen las elecciones”.

Pero auguró que pueda darse una inestabilidad con la toma de posesión de quien resulte ganador de la elección presidencial estadunidense.

“Sí, como sucede a veces, cuando llegan los nuevos gobiernos llevan a cabo políticas de ajuste, y éstas políticas de ajuste sí tienen un impacto, y cuando se trata de la economía de Estados Unidos sí impacta en el mundo y si tenemos una relación económica cercana, como sucede, somos socios comerciales y está muy integrada nuestra economía a la de ellos y la de ellos a la nuestra, sí puede haber un factor de inestabilidad económica, financiera, y por eso hay que blindar la economía mexicana”.

Para blindar nuestra economía, destacó, “no hay mejor forma que dejarles márgenes a quienes van a manejar la economía y la política económica hacia adelante. Por eso ya nosotros no vamos a invertir más, ya estamos cerrando, ya estamos concluyendo las obras, afortunadamente tenemos presupuesto para cerrar en todas las obras”.

El tabasqueño también resaltó la posición que ha mantenido su virtual sucesora. “Me gustó muchísimo el compromiso que repitiera eso de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo. Estaría difícil escuchar eso a estas alturas de una presidenta electa que gana con 36 millones de votos, es la presidenta más votada en la historia de México, la de más respaldo popular en toda la historia. Es para sentirse muy contento todos los mexicanos, estoy muy contento, mucho muy contento, sinceramente”.

Desde su perspectiva, con Sheinbaum a México le irá mejor que lo que ha sido el actual sexenio.

“Nos va a ir bien, muy bien, requete bien, mejor que ahora, mucho mejor, porque ya se sentaron las bases de la transformación y la gente está más consciente, más participativa, y yo espero también que se vaya produciendo con gente de buena voluntad una reconciliación, un proceso de unidad que no se dio ahora, bueno, no llegamos a la llamada polarización porque la mayoría de la gente está apoyando la transformación, no es 50-50, la mayoría apoya. De todas formas la minoría debe ser respetada y se debe de integrar al proyecto de transformación, poner por delante el interés nacional, el interés de México”. La Jornada.

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