El presidente Andrés Manuel López Obrador emitió una orden a fin de revocar y no dar más autorizaciones para el uso de maíz genéticamente modificado que se destine a la alimentación humana, así como el uso de glifosato.
Este decreto sustituye uno de diciembre de 2020 y su objetivo, detalló posteriormente la Secretaría de Economía (SE) en un comunicado, es especificar el objetivo y alcance de las políticas públicas, así como “eliminar cualquier posible imprecisión del texto predecesor, el cual se prestó a interpretaciones diversas”.
El decreto, explicó, se acota estrictamente al maíz, por lo que la canola, la soya, el algodón y el resto de las materias primas no quedan sujetas a esta regulación. Además, para evitar confusiones, se establece una categorización del maíz según su uso: alimentación humana (masa y tortilla), forraje e industrializado para alimentación humana.
El decreto prohíbe el uso de maíz genéticamente modificado para la masa y la tortilla, por lo que de acuerdo con la SE “no representa afectación alguna al comercio ni a las importaciones, entre otras razones, porque México es de sobra autosuficiente en la producción de maíz blanco libre de transgénicos. De lo que se trata es de consolidar tal soberanía y seguridad alimentaria en un insumo central en la cultura de las y los mexicanos”.
La decisión del gobierno mexicano se da en un momento en el que enfrenta una disputa con Estados Unidos sobre el comercio de maíz transgénico, pues de acuerdo con datos oficiales, se trata de un negocio de alrededor de 5 mil millones de dólares en el que están involucradas grandes empresas trasnacionales.
Este martes termina el plazo que impuso Estados Unidos para que México explique a su socio comercial las bases científicas de las prohibiciones contra el maíz transgénico y el glifosato, como parte de los amagues de ese país de llevar el tema a un panel por supuestas violaciones al T-MEC. La Jornada.