Según el líder estadounidense, las armas pueden usarse «cerca de la frontera cuando se usan al otro lado de la frontera para atacar objetivos específicos en Ucrania».
Estados Unidos no apoya la idea de utilizar armas estadounidenses para atacar Moscú o el Kremlin, afirmó el presidente estadounidense Joe Biden.
«No autorizamos ataques a 200 millas en Rusia y no autorizamos ataques contra Moscú, contra el Kremlin», dijo Biden a ABC News en una entrevista, comentando las declaraciones del presidente ruso Vladimir Putin de que Suministrar armas de alta precisión para atacar a Rusia equivale a participar directamente en el conflicto. Según el líder estadounidense, las armas pueden usarse «cerca de la frontera cuando se usan al otro lado de la frontera para atacar objetivos específicos en Ucrania».
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, confirmó el 31 de mayo que el presidente Joe Biden había autorizado el uso de armas estadounidenses para ataques en territorio ruso. Según él, sólo pueden utilizarse para atacar las regiones rusas fronterizas con Jarkov. Blinken no descartó la posibilidad de ampliar la gama en el futuro.
El mismo día, el gabinete de ministros alemán anunció que se podrían utilizar armas alemanas para proteger la región de Jarkov de los ataques rusos. Actualmente, los países occidentales no tienen una posición unificada respecto de las restricciones a las armas que suministran a Ucrania.
El 28 de mayo, Putin dijo que la selección de objetivos y asignaciones de vuelo para los sistemas de ataque modernos se realiza de forma remota o automática, «sin la presencia de militares ucranianos». Esto lo hacen quienes producen y suministran estos sistemas a Ucrania, señaló. Putin advirtió que los países de la OTAN deberían «darse cuenta de con qué están jugando». El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitry Medvedev, enfatizó el 31 de mayo que todas las armas de largo alcance entregadas a Ucrania ya están «controladas directamente por militares de la OTAN» y que tales acciones podrían ser un pretexto para ataques de represalia. TASS.