En las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció sobre una creciente integración y cooperación económica, colaboración en materia de seguridad pero sobre la base del respeto a la soberanía.

Condenó algunas prácticas de su política exterior anquilosada e injerencista, en alusión al informe del Departamento de Estado sobre la situación de derechos humanos en nuestro país, al que calificó de superficial y sin sustento.

“Es una labor y hacia adelante importantísima para los jóvenes porque de eso depende el desarrollo, de eso depende el fortalecimiento de América del Norte, de toda América; el fortalecimiento de Estados Unidos y el fortalecimiento de México. Repito: nos necesitamos, nos complementamos, sólo que tienen que aprender a respetarnos”, subrayó. 

“Una de las cosas que se tienen que establecer con mucha claridad, es cooperación económica, sí; integración económica, sí; ayudarnos mutuamente para fortalecer a América del Norte y a toda América, sí; cooperación para el combate al narcotráfico y que ayudemos humanitariamente a que no se padezcan esas pandemias de consumo de fentanilo en Estados Unidos, que tanto dolor, que tanta muerte provocan, sí; buscar soluciones de fondo al problema, al fenómeno migratorio, sí, pero respeto a la soberanía”, agregó. 

En conferencia de prensa matutina reiteró que México es un país libre, independiente y soberano, por lo que “no puede ser nunca un protectorado, una colonia de ningún país extranjero”. 

El mandatario indicó que hay sectores dentro del gobierno de Estados Unidos con actitudes prepotentes e injerencistas, lo que se refleja en fallos respecto a asuntos internos de países como México.

“En efecto, ¿qué tienen ellos que meterse en el asunto de las diferencias que tenemos con el Poder Judicial?, ¿quiénes son ellos para intervenir?, ¿cuál es el fundamento legal?, ¿quién les autoriza a intervenir? Están violando flagrantemente el derecho internacional, la independencia, la soberanía de los pueblos”, enfatizó. 

Sostuvo que no hay gobiernos del mundo o países autorizados a intervenir en la vida interna de otras naciones, sin embargo, históricamente Estados Unidos asume ese rol que México no aceptará.

El jefe del Ejecutivo recordó que desde ese país se financió a organizaciones independientes dedicadas a atacar al Gobierno de México, legal y legítimamente constituido.

“Es una manía del gobierno de Estados Unidos de entrometerse en la política interna de otros países desde hace cuando menos dos siglos y no sólo es opinar o dar cartas de buena conducta como si ellos fuesen los jueces, el gobierno del mundo, sino intervenir militarmente a países con gobiernos no sometidos a los intereses del gobierno de Estados Unidos, esa es la historia”, explicó. 

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