El director del Shifa, Marwan Abu Saada, afirmó que “la destrucción del complejo hace que sea imposible retomar el trabajo y el hospital ha quedado fuera de servicio».
El Ejército israelí se retiró la madrugada de este lunes del hospital de Shifa, el mayor de toda la Franja y uno de los pocos en el norte que funcionaba de manera parcial, tras dos semanas de asedio que han dejado sus instalaciones destruidas y cuerpos calcinados.
«Las fuerzas israelíes completaron sus actividades operativas precisas en torno al hospital Shifa y abandonaron el área del hospital», confirmó un comunicado de Tel Aviv.
Mientras que el director del Shifa, Marwan Abu Saada, afirmó que “la destrucción del complejo hace que sea imposible retomar el trabajo y el hospital ha quedado fuera de servicio».
El ministerio de Sanidad gazatí indicó este domingo que la incursión israelí contra el complejo médico ha dejado al menos 400 muertos en toda la zona.
Las fuerzas israelíes quemaron todos los edificios del hospital, incluyendo el de cirugía especializada, el principal de recepción y emergencia, las salas de riñón y maternidad, las de operaciones y las unidades de cuidados intensivos, los refrigeradores mortuorios y las instalaciones de cáncer y quemados, así como la clínica ambulatoria.
Asimismo, residentes denuncian decenas de cadáveres dispersos en el hospital y en las calles que lo rodean.
En ese sentido, el portavoz de Defensa Civil en Gaza, Mahmoud Basal, informó sobre el hallazgo de alrededor de 300 cuerpos muchos de ellos con las manos atadas, en total estado de descomposición y otros calcinados por el fuego.