Independientemente de lo que el corrupto Poder Judicial concluya, serán los padres de familia y los maestros los que tendrán que manifestarse.

El presidente Andrés Manuel López Obrador pidió aguardar a la resolución definitiva en torno a los amparos promovidos por los gobiernos de Chihuahua y Coahuila en torno a la distribución de libros de texto y resuelva la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Sin embargo, calificó de que se trata de decisiones gubernamentales “arbitrarias, injustas, tendenciosas, conservadoras y politiqueras”.

Sin embargo, ante este acción de la gobernadora María Eugenia Campos Galván y del ministro, el presidente indicó que los maestros y los padres de familia tendrán que manifestarse.

En este sentido, dijo que los padres de familia deberán incidir en esto pero de entrada que conozcan que si no se distribuirán los libros de texto gratuitos es porque hay amparos. Consideró que estas visiones de cuestionar su reparto o quemar libros reflejan “ Es muy retrógrada, es medieval, es de la inquisición destruir libros, quemar libros, tiene que ver mucho con el conservadurismo, con la derecha.

«Vamos a esperar a ver si antes resuelven en definitiva. Si no, pues *los padres de familia, las maestras, los maestros, pues tienen que manifestarse*. Y que los padres de familia sepan que no se entregan los libros porque lo están impidiendo la gobernadora, en el caso de Chihuahua, y este ministro Aguilar.

«No nos adelantemos. El lunes próximo, que se reinician las clases, que es el regreso a las clases, yo estoy seguro que, en la mayoría de los estados, la mayoría de los estados, en la mayoría de las escuelas públicas ya se van a tener los libros donde no hay estos amparos o estas controversias».

Sostuvo que esta acción en contra de la educación pública, es irracional, arbitraria y politiquera, «¿Cómo se va a dejar sin libros. Uno debe tener libros y cuidar los libros, aunque sean libros en los que uno no se vea reflejado o no coincida uno con el contenido de esos libros», dijo el presidente.

«Es muy retrógrada, es medieval, es de la inquisición, destruir libros, quemar libros, eso tiene que ver mucho con el conservadurismo, con la derecha. Por eso, así como ellos no están de acuerdo con nosotros, pues son correspondidos, bien correspondidos».

El presidente también sostuvo que independientemente de lo que el ministro concluya en el Poder judicial, la educación pública es un derecho, y que tampoco se puede prohibir la lectura, por lo que ya habría acciones para entregar los libros, incluso hasta en las calles y casa por casa.

«Nosotros lo que vamos a hacer es protegerlos, me refiero a que no se echen a perder, utilizarlos. Ni modo que nos prohíban entregar libros a los que quieran tener libros; puede ser que se amparen también, ¿no?… Sí, por ejemplo, por las casas, quién quiere; ‘Tianguis de libros, aquí hay libros para los que quieran, vengan’».

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