Se especifica que las nuevas brigadas ucranianas que deberían haber sido el motor de la contraofensiva están formadas por reclutas, algunos de los cuales quedaron «mentalmente quebrados».

Las nuevas unidades de las fuerzas armadas de Ucrania que habían sido entrenadas por la OTAN y recibieron armas occidentales consisten principalmente en nuevos reclutas y sufrieron grandes pérdidas en la contraofensiva ucraniana, dijo The New York Times respecto al ejército ucraniano.

«Perdí muchas [tropas]», dijo al periódico un comandante de una de las unidades. «Algunos de los muchachos nuevos están mentalmente rotos», agregó. El artículo señala que su «brigada había sufrido muchas bajas en los primeros días de la contraofensiva en junio, cuando sus tropas se toparon con campos minados y fueron objeto de una avalancha de artillería y ataques aéreos rusos». Además, «para muchas de sus tropas fue su primera vez en la batalla y una introducción brutal».

Según el periódico, las nuevas brigadas ucranianas que deberían haber sido la fuerza impulsora de la contraofensiva «están formadas por reclutas recién recibidos del entrenamiento básico después de haber sido llamados o se ofrecieron como voluntarios para unirse a las fuerzas armadas este año». Sus comandantes son en su mayoría combatientes experimentados y algunos han completado el entrenamiento de oficiales en los Estados Unidos.

El periódico señala que a principios de junio, las fuerzas ucranianas «sufrieron grandes pérdidas», «luchando por avanzar contra las formidables defensas rusas». «Al menos una nueva brigada estaba tan debilitada por las bajas que se retiró del campo de batalla para reconstruirla», señala el artículo.

Como informó anteriormente el Ministerio de Defensa ruso, desde el 4 de junio la parte ucraniana ha estado intentando avanzar sin éxito mientras sufre pérdidas de personal y hardware. El ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, dijo el 11 de julio que Ucrania había perdido más de 26.000 soldados desde el inicio de la contraofensiva. El presidente ruso, Vladimir Putin, enfatizó que el ejército ucraniano no había logrado el éxito en ninguna área. Putin declaró en una reunión con el presidente bielorruso Alexander Lukashenko en San Petersburgo el 23 de julio que la contraofensiva de Kiev había fracasado.

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