La ONU advierte de que reubicar a “aproximadamente 1,1 millones de personas” en ese plazo es “imposible” sin que tenga “consecuencias humanitarias devastadoras”

Palestina. El Ejército de Israel pidió este viernes a los palestinos que viven en el norte de la Franja de Gaza, para que salgan de la zona en las próximas 24 horas, ante lo que podría ser un ataque inminente que arrasaría con todo rastro de vida, tras 6 días de intensos bombardeos que han dejado casi 2 mil muertos.

En un comunicado emitido por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), su portavoz ha instado a los civiles palestinos a desplazarse hacia el sur del río Habesor, también conocido como río Gaza, “para su protección” y a no acercarse a la frontera con Israel, sin embargo, los palestinos no pueden salir de Gaza, ya que se encuentra encerrada entre las fronteras y los muros de 10 metros que colocó Israel para que no crucen a lo que denominan su territorio, además de que la única salida fuera de Israel, fue destruída.

Ante este aviso por parte del Ejército de Israel, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha reaccionado indicando que una evacuación de esas proporciones, que implica reubicar a “aproximadamente 1,1 millones de personas” de Gaza, es “imposible” sin que tenga “consecuencias humanitarias devastadoras”, ha informado el portavoz del organismo internacional, Stéphane Dujarric, según ha confirmado el organismo a Newtral.es. 

En este sentido, la ONU ha hecho “un firme llamamiento” a que esta orden “sea rescindida para evitar que una situación que ya es una tragedia se convierta en una situación desastrosa”.

Asimismo, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), ha anunciado la reubicación de su principal centro de operaciones y su personal internacional al sur de la Franja de Gaza, para continuar allí con su actividad humanitaria con motivo del aviso de evacuación enviado por Israel.

El aviso de evacuación de los ciudadanos del norte de Gaza por parte de las Fuerzas de Israel llega en un momento en el que la población palestina que se encuentra en la Franja está al borde de quedarse sin alimentos y sin suministro de luz y agua, a causa del bloqueo impuesto y la falta de corredores humanitarios.

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